Buenos días. Aunque un análisis a profundidad de las lecturas del proceso electoral de este domingo requiere de aguardar los resultados completos y finales, nadie pone en duda que el presidente Luis Abinader ganó cómodamente a sus contendores. Y de hecho, tanto Leonel como Abel le felicitaron anoche tras la divulgación del primer boletín por parte de la Junta Central Electoral, en lo que sin duda representa un gesto de madurez política que en gran medida beneficia a la democracia misma. El triunfo de Abinader, el PRM y sus aliados representa mucho más que una victoria sobre los otros actores políticos ubicados en la oposición, encarna el compromiso de corregir y mejorar los posibles entuertos de su presente administración pero, a la vez, asumir con compromiso de nación los retos que representan mejorar, superar sustancialmente dolencias como la carestía de la vida, el tema de la deuda externa, seguridad ciudadana, mejorías sensibles de los servicios de salud, educación, agua potable, transito, vivienda y otros llamados a impactar de manera más determinante y positiva en la calidad de vida de la mayoría de los dominicanos. Los perdedores por igual tienen ante sí la obligación de abocarse a un proceso crítico que deberá incluir el replanteo de su renovación estructural, política y discursiva; analizar su futuro inmediato y esforzarse en descubrir, con suficiente criticidad, sus culpas y debilidades y, en lo adelante,aspirar a sintonizar con el ciudadano. Pero aún hay que esperar completar el panorama para ver las cosas con mayor claridad…