En cualquier nación que busque el desarrollo, la educación debe ser el faro que guíe el futuro. Debemos reflexionar sobre las transformaciones necesarias para un sistema que promueva el razonamiento y el libre pensamiento. Como patriotas y demócratas, debemos actuar con valentía y visión. Aquí presento algunas propuestas:
1. Autonomía y Financiamiento Interno:
– Diversifiquemos las fuentes de financiamiento. No dependamos exclusivamente de recursos externos. Fortalezcamos nuestros propios recursos para garantizar la sostenibilidad y autonomía del sistema.
– Incentivemos la inversión privada en educación, sin comprometer la calidad ni la equidad.
2. Participación Activa de las Familias:
– Las familias deben ser aliadas en el proceso educativo. Fomentemos su involucramiento.
– Creemos espacios de diálogo y colaboración entre docentes, estudiantes y padres. Juntos, construiremos una educación más significativa.
3. Recursos Transparentes y Equitativos:
– Garanticemos que cada escuela tenga los recursos necesarios. Desde materiales hasta formación docente.
– La transparencia en la distribución de recursos es clave para una educación justa y de calidad.
4. Currículos Flexibles y Formación Docente Continua:
– Revisemos nuestros currículos. ¿Promueven el pensamiento crítico? ¿Están actualizados?
– Inviertamos en la formación continua de nuestros maestros. Son los arquitectos del conocimiento.
5. Libertad de Prensa y Educación Ciudadana:
– La educación debe cultivar ciudadanos críticos y conscientes. Fomentemos la lectura, el análisis y el debate.
– Respetemos y protejamos la libertad de prensa. Una sociedad informada es una sociedad empoderada.
Transformemos nuestra educación. Que cada aula sea un espacio de razonamiento, donde florezca el pensamiento libre. Como decía Juan Bosch, la educación es la base de la democracia. Construyamos un país más justo y sabio.
Para que la educación Dominicana seas funcional,el sistema debe volver atrás, ubicar las necesidades educativas en el contexto al que pertenecen.