Buenos días. Satisface en gran medida que el Gobierno del presidente Abinader se haya decidido por impulsar el desarrollo turístico de Pedernales. Esa deprimida área del Sur profundo del pais había esperado por décadas una oportunidad que le permita insertarse en el despegue hacia el desarrollo económico y social de la zona y de sus gentes. Las autoridades, sin embargo, tienen que poner caso a la denuncia que formulan productores agrícolas ante la amenaza de que predios que toda una vida han estado bajo intensa producción de diferentes rubros y frutas como el mango y el aguacate, terminen sepultados bajo cemento y varilla. Según los denunciantes, en Pedernales se vive, respecto a los terrenos, una especie de “fiebre del oro” desatada por el interés que inversionistas han puesto en tierras óptimas para cosechar, con el agravante de que quieren se las cedan a precio de vacas muertas para levantar hoteles, restaurantes, bares y otras infraestructuras orientadas al turismo. El Gobierno está a tiempo para evitar que la seguridad alimentaria en la zona se ponga en riesgo y debe exigirse asi mismo y obligar a los demás, a que se aplique en lo inmediato la Ley de Ordenamiento Territorial para evitar lo peor. El pais ha perdido más del 30 por ciento de sus mejores tierras agrícolas, principalmente las ubicadas en el Cibao, una tragedia que se deriva de la irresponsabilidad con que se ha actuado ante la preocupante realidad que amenaza con dejarnos sin un pedazo de tierra para cultivar.
