Sorpresa en Francia: la izquioerda gana, Macron resiste y la ultraderecha de Le Pen cae en tercer lugar
De forma inesperada, la izquierda francesa, recién agrupada en la alianza Nuevo Frente Popular (NFP), ganó la segunda vuelta de las elecciones legislativas en Francia de este domingo 7 de julio, según los datos oficiales divulgados por el Ministerio del Interior. Después de que en la primera ronda la ultraderecha de Marine Le Pen quedara primera, los resultados confirmaronun revés para esa formación al ubicar primero a la izquierda, que logró una mayoría simple, seguida del oficialismo del presidente Emmanuel Macron y relegando al tercer lugar a Le Pen. Jean-Luc Mélenchon, líder de NFP, reaccionó inmediatamente y exigió a Macron que nombre un primer ministro de izquierda, mientras que el primer ministro, Gabriel Attal, anunció su renuncia.
Con los 577 escaños de la Cámara Baja ya asignados en Francia, el izquierdista Nuevo Frente Popular (NFP), integrado por socialistas, comunistas, ecologistas y la más radical La Francia Insumisa (LFI), quedó en primer lugar con 182 escaños, más otros 13 independientes de izquierda, según los datos oficiales del Ministerio del Interior.
De esta forma, la alianza de izquierda Nuevo Frente Popular (NFP) rompió con todos los pronósticos y encuestas y se situó a la cabeza de la segunda vuelta de las elecciones legislativas, superando a la ultraderechista Agrupación Nacional (RN), que había salido victoriosa en la primera ronda.
No obstante, ninguna fuerza obtiene, al momento, la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional (289 escaños).
El llamado «frente republicano» promovido por el NFP y, en menor medida, por el oficialismo de Emmanuel Macron cumplió su apuesta de frenar a la ultraderecha, pese a que los sondeos previos a los comicios le daban la ventaja a RN.
Según los datos oficiales confirmados, el bloque macronista, formado por tres partidos, perdió su mayoría al quedarse con 168 diputados, con una caída representativa ante los 250 que tenía, pero mucho menos pronunciada de lo que vaticinaba la primera vuelta.
Y el tercer puesto es para la ultraderechista Agrupación Nacional (RN), que partía como gran favorita tras su victoria en la primera vuelta y los pronósticos de los sondeos publicados hasta el viernes, pero que se quedó finalmente en 143 escaños.
El conservador Los Republicanos (LR) se mantiene, a pesar de algunas deserciones hacia el RN, y logró 45 diputados, a los que podría añadir otros 15 independientes de derechas.
La participación se situó en el 67%, la mayor en varias décadas, una tasa muy superior al 38,1% alcanzado al mismo tiempo en la segunda vuelta de las elecciones legislativas de 2022.
Jean-Luc Mélenchon, líder de NFP, reaccionó inmediatamente a las primeras estimaciones, dadas a conocer tras el cierre de urnas, y llamó al presidente Emmanuel Macron a poner a la izquierda al mando del Gobierno.
El líder de la izquierda dijo que el jefe de Gobierno tiene que ser del Nuevo Frente Popular, la coalición de izquierdas que su partido, La Francia Insumisa, formó con socialistas, comunistas y ecologistas.
«Y tiene que aplicar su programa y solo su programa», subrayó Mélenchon, que descartó negociaciones con la coalición de Macron.
Por su parte, el Partido Socialista (PS) afirmó que la izquierda no tolerará ninguna «coalición de contrarios que vaya a traicionar el voto de los franceses y prolongar las políticas macronistas».
«Francia merecía más que la alternativa entre neoliberalismo y fascismo», celebró el secretario general, Olivier Faure.
Sorpresa: cae la extrema derecha
El mandatario Emmanuel Macron decidió disolver la Asamblea Nacional y convocar elecciones legislativas tras los pobres resultados de su partido en los comicios europeos del 9 de junio, en los que Le Pen y su formación salieron victoriosos, y para esta segunda vuelta legislativa yase estaba preparando para una posible cohabitación, un escenario político en el que, al perder las elecciones legislativas, el presidente se ve obligado a nombrar un primer ministro del lado de la oposición, como lo exige Melenchón.
La primera vuelta de las legislativas, celebradas el domingo 30 de junio, vio imponerse a las tres fuerzas políticas mayores: la extrema derecha, la coalición de izquierda Nuevo Frente Popular (NFP), que reunió el 28% de los votos, y la fuerza presidencial, con un resultado del 21% de los votos y que solo aseguró dos diputados en la primera vuelta.
Aunque el partido de Marine Le Pen y Jordan Bardella, que obtuvo 89 escaños en 2022 y ganó ampliamente en la primera vuelta del 30 de junio (33,15%), logró avances respecto a hace dos años, las estimaciones de la segunda vuelta muestran una derrota, al pasar de ese primer lugar en la primera ronda al tercero ahora.
Las cifras suponen una sorpresa después de que la ultraderecha triunfara de forma amplia en la primera vuelta, con el 33% de los votos; además, seguía en cabeza en los sondeos y en las últimas proyecciones de escaños que se divulgaron hasta el viernes, último día de la campaña.
Bardella también reaccionó a las estimaciones y acusó este domingo al presidente francés de dejar al país «en los brazos de la extrema izquierda de (Jean Luc) Mélenchon».
Por su parte, Le Pen afirmó que RN solo había perdido debido a una votación táctica entre el NFP y el bando de Macron.
«Nuestra victoria simplemente se ha retrasado», dijo al canal de televisión TF1.
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Sin mayoría absoluta
Ninguna fuerza logra la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional (289 escaños).
«Ningún bloque tiene mayoría suficiente», señaló el ex jefe del Gobierno Edouard Philippe (2017-20) tras los sondeos que dan una victoria a la izquierda, lejos de la mayoría absoluta y con una corta ventaja con la extrema derecha y los macronistas.
Philippe acusa a Macron de poner al país en peligro con la disolución de la Asamblea Nacional y pidió un Gobierno «provisional» que no incluya ni a la extrema derecha de Marine Le Pen ni a la extrema izquierda de Jean-Luc Mélenchon.
«Hay que formar un gobierno provisional que no será duradero, pero que permita gestionar el país», dijo.
Attal anuncia su renuncia y Macron analiza sus siguientes pasos
Hacia las 19 GMT, una hora después del cierre de urnas, la Presidencia francesa emitió un comunicado en la que se asegura que Macron está analizando los datos de la jornada y que aguardará a que se consolide la estructura del nuevo Parlamento antes de tomar decisiones.
«El presidente, como garante de nuestras instituciones, respetará la elección de los franceses», añade el comunicado.
A esto siguió una declaración del primer ministro francés, Gabriel Attal, quien anunció que presentará su renuncia a Macron el lunes por la mañana y agregó que desempeñará sus funciones mientras sea necesario.
«Nuestro país afronta una situación política sin precedentes y se prepara a acoger al mundo en algunas semanas», dijo Attal en referencia a los Juegos Olímpicos de París que comienzan el 26 de julio.
«Por tanto, asumiré evidentemente mis funciones todo el tiempo que el deber me lo exija», añadió en una declaración oficial.
Para el analista y economista Marchel Alexandrovich, «en conjunto, la arriesgada apuesta de Emmanuel Macron no ha dado como resultado una clara mayoría parlamentaria. Ahora se encuentra en la misma situación que antes, en la que su partido no tiene respaldo para sacar adelante propuestas legislativas ambiciosas».
«Esta situación inestable será ahora la nueva normalidad hasta el verano de 2025, ya que la Constitución prohíbe al presidente disolver nuevamente el Parlamento antes de que transcurra un año», agregó.