La Victoria, tragedia y vergüenza… Amaneciendo

Buenos días. Otra vez la cárcel de La Victoria se convierte en foco de atención del país y el mundo. ¡Y qué pena que en esta ocasión sea por el incendio que se llevó las vidas de 11 privados de libertad, a parte de las decenas de afectados! El trágico evento invita a mucho más que lamentarse, en tanto es otra consecuencia del descontrol que se ha hecho norma en ese despreciable centro penitenciario. La existencia de La Victoria es una vergüenza para los dominicanos, no solo por lo que indignamente representa, no solo por los ecos del horror que aún retumban en sus paredes manchadas de sangre, no solo por las huellas silenciosas de las prácticas criminales de la dictadura trujillista, es más que por eso, es por ser un protegido y jugoso antro de corrupción manejado por el narcotráfico y las mafias que, de adentro y de afuera, lo controlan y económicamente explotan. En medio de la angustia e impotencia de los familiares de las víctimas, es oportuno aprovechar lo que advirtiera el jefe del Cuerpo de Bomberos de La Victoria, coronel Fernando López Nicasio, respecto a que “las áreas colapsadas no podrán ser remodeladas”, para que a una sola voz reclamemos el cierre definitivo de ese azaroso testimonio de terror.