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El trasfondo de un nacionalismo mediático

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El presidente Abinader y Mons. Jesús Castro Marte.
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Por Hilario Ramirez

El trasfondo de un nacionalismo mediático

Precisamente Mons. Jesús Castro Marte, tras la Eucaristía motivada a honrar el Día de la Altagracia, dedicó parte del discurso litúrgico a recordar al presidente Abinader, que a la relación laboral entre fuerzas de trabajo haitianos y empresarios debe imperar la expresión humanitaria junta a regularizar ese vínculo de contratos en las distintas obras en todo el territorio nacional.

El cardenal busca crear conciencia en un gobierno que ha vendido desde sus inicios ser partidario a crear normas ética para la salud y bienestar colectivo.

Los dominicanos en una masa que supera el 80% de los más afectados por la falta de circulante en su capacidad de ingresos, lo que implica bajo dinamismo comercial.

Paradójicamente el flujo de la migración haitiana inmersa en las diferentes plazas de trabajos forzados, garantizan al país y su economía recuperar en un 25% los valores económicos de los perdidos por la anexión entregada al CONEP y transnacionales como el caso Barrick Gold.

Desde que asumió el Poder Ejecutivo Luis Abinader, chocó como el Titanic en el hielo de una guerra mediática que ha mantenido instalada manipulación por modalidades distintas para distraer a una población secuestrada por la Economía empresarial entregada por el presidente a manera de favores de campaña.

En un trasfondo comprensiva de la lectura entrelineas, los trabajadores haitianos no representan un estatus migratorio de ilegales; la lógica apunta hacia los empresarios en ser los propietarios de esa condición jurídica, por ser los verdaderos responsables en financiar la determinación de un éxodo masivo hundido en la extrema pobreza cual les obliga emigrar en procura de ganar su sustento y nutrir también a sus respectivas familias.

Quienes deben regularizar sus estatus, son los dueños de las áreas de trabajo mega obras, pues gracias a Dios divino envía a migrantes dinamizar un poco nuestra economía repartida a oligarcas, lavadores, sustractores de oro y vende patrimonio por corruptos vestidos de ministros.

Dominicanos por Dios despierten de las drogas populista capitaliza que en complicidad con el gobierno PRM te obnubila a recrear tu cerebro con la trampa discursiva «Las buenas intenciones del presidente Abinader»

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