Razonando
Por Alejandro Espinal
El maestro Rafael Leonidas Solano tiene varias cartas de presentación, como sus inicios en la televisión en el programa La Hora del Moro en los años 60. Así como luego en el Show del Medio Día.
En su amplio abanico como carta de representación, cuenta con la canción escrita conjuntamente con René del Risco Bermúdez, Una Primera para el Mundo, en referencia a las expectativas de La Revolución de Abril en 1965.
Demasiada música para la capacidad técnica que tenía el país en materia de grabación musical para la fecha.
En 1968 produce su éxito mundial, la famosísima canción Por Amor, ganadora del primer lugar del primer Festival de la Canción Dominicana. Ha sido grabada en 9 idiomas e interpretada por un centenar de cantantes.
Para luego seguir con canciones como: Está muy bien, en ruinas, magia, en la oscuridad, hay noches, dominicanita, y la canción que lleva la fecha de su nacimiento, el 10 de Abril.
Posteriormente promueve un Festival de la voz de donde salieron artistas como Fernando Villalona, Omar Franco, Adalgisa Pantaleón y Frank Valdez (f), entre otros.
Luego hace una ardua labor por rescatar la mangulina y el carabiné, ritmos folclóricos dominicanos que estaban en el olvido. Sin descuidar el merengue, donde también tiene sus obras.
Siempre enfocado en sus estudios de música, sin embargo, de 1982 a 1986, representó al país en París, Francia, como embajador de la República Dominicana ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Ha sido condecorado con la Orden al Mérito de Duarte, Sánchez y Mella por el gobierno dominicano.
Ganador en 1976 del Premio artístico El Gran Dorado.
En 2005 ganó El Gran Soberano, galardón de la Asociación de Cronistas de Artes y Espectáculos.
El maestro Solano también exhibe un premio Latin Grammy a la excelencia musical en 2016.
En realidad, no se necesitan tantas líneas para hablar de la grandeza de este ilustre dominicano, porque él, con su magnitud, las ha escrito todas.
Sus éxitos hacen que uno se sienta orgulloso de compartir la nacionalidad dominicana con él, porque con su humildad, sencillez, honestidad y don de gente, lo convierten en una gloria nacional con categoría de icono.
A pesar de la pesada carga que significa cumplir 93 años, Solano es como si fuera un joven; sigue escribiendo música y canciones.
Camina y viaja por el mundo como cualquier adolescente con la mochila llena de esperanza y proyectos innovadores.
Celebremos con regocijo el cumpleaños de este orgullo de la República Dominicana.
Salud y larga vida, maestro Rafael Solano.
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