Buenos días. La Contraloría General de la República anuncia que trabaja en más de 30 auditorías de diferentes Ayuntamientos y Distritos Municipales, atendiendo a solicitudes de diferentes instancias de la sociedad. Al aviso se suma el pedido de muchos de los nuevos alcaldes y directores de distritos que asumirán en abril, quienes aspiran a que se hagan auditorías en las entidades que pronto asumirán. Lo que ocurre resulta interesante porque los Ayuntamientos urgen de un giro en beneficio de la transparencia y el cumplimiento estricto de sus funciones. Aunque no guste talvez a algunos sectores, hay que admitir que los gobiernos locales observan desempeños en materia financiera y administrativa que dejan mucho que desear. Con sus limitadas excepciones, apenas recogen una porción de la basura generada, viven con sus nóminas atosigadas de botellas, violentan las normativas fijadas por la Ley 176-07 en cuanto a cómo deben invertir los ingresos percibidos, y generalmente se queman cada vez que se hace alguna experticia a sus finanzas. Se estima que al día de hoy los cabildos administran por encima de los 30 mil millones de pesos al año y el propio presidente Abinader se quejaba en una oportunidad de que “muchos” sectores aún no tienen aceras y contenes en sus calles principales. El tema es amplio y por eso volveremos…
