Buenos días. El Gobierno anuncia que trabaja en la formulación de importantes ajustes en materia económica, como alternativas por el fracaso de la Reforma Fiscal. En cualquier momento conocerá el país los propósitos en cuanto a reducir el gasto público, señalado por sectores de la oposición como uno de los elementos que más desangra la economía criolla. Lo cierto es que, si se lo proponen, las autoridades tienen a su favor un amplísimo abanico de opciones para cortar gastos no prioritarios e impulsar el ahorro. Pero, además, tienen alternativas como la evasión fiscal, calculada en más del 50 por ciento, y del impuesto sobre la renta, que se estima supera el 60 por ciento. Cuentan también con los ruidosos asesores que en definitiva abundan aunque no asesoran, el barrilito, el cofrecito, las exenciones y los incentivos, muchos de ellos inmerecidos y que en conjunto representan más del 5% del PIB, el financiamiento a los partidos políticos, que nada retribuyen a la sociedad, la desbordante nómina publica, los despilfarros en instituciones públicas centralizadas y descentralizadas, en fin, disponen de una multiplicidad de alternativas para mejorar el ingreso, sin que haya que rasgar más las costillas de la clase media y, en lo fundamental, de los que menos pueden, la gran mayoría de los dominicanos. Y ni se hable de procurar una distribución esencialmente equitativa de los beneficios derivados del crecimiento sostenido de la economía criolla. Será cuestión de tomar decisiones pensando primero en el país. Esperemos…