Porma: Para encontrarte
Autor: Vicente López Albellán
(Vicente López Albellán es un destacado poeta que, además de escribir poesía, se dedica a la producción de música de relajación. Sobre esta última disciplina se pueden encontrar varias listas de reproducciones, tales como » Ritvales festival 2025″ y » Rise festival 2025″, que reflejan su interés por la música de relajación. En su perfil de Facebook se pueden encontrar sus publicaciones).
Porma: Para encontrarte
Te soñé y te besé tantas veces,
en noches de luna y de silencio,
que mi piel aún guarda el fuego
de tus labios, de tu aliento.
Fui tan feliz en esos sueños,
tan completo, tan vivo, tan cierto,
que al despertar, la realidad
se me hizo fría, vacía, desierto.
Pero ahora ya sé dónde te escondes,
ahora ya sé cómo hallarte:
solo tengo que cerrar los ojos
y allí estás, en mi mente, en mi alma.
Eres la sombra que me abraza,
la luz que me quema por dentro,
el susurro que me desvela,
el fuego que enciende mi invierno.
En mis sueños, eres tangible,
te puedo tocar, te puedo sentir,
tu respiración se mezcla con la mía,
y juntos somos un solo latir.
Tus manos recorren mi cuerpo,
como un río que fluye sin prisa,
y yo me pierdo en tu mirada,
en la magia de tu sonrisa.
Te soñé y te besé tantas veces,
que mi alma aprendió tu nombre,
y aunque despierto no estés aquí,
en mis sueños siempre eres mi hombre.
Eres la pasión que me quema,
el deseo que no se apaga,
la fantasía que me habita,
la llama que nunca se extingue.
Ahora ya sé dónde encontrarte,
ahora ya sé cómo verte:
solo cierro los ojos y apareces,
como un milagro en la noche inerte.
Eres mi refugio, mi escondite,
mi secreto, mi verdad,
y aunque no estés a mi lado,
en mis sueños siempre estás.
Te soñé y te besé tantas veces,
que mi corazón te hizo suyo,
y aunque la realidad nos separe,
en mis sueños siempre te construyo.
Eres la pasión que me domina,
el deseo que no se cansa,
la fantasía que me envuelve,
la eterna llama de mi alma.
Así que no importa la distancia,
ni el tiempo que nos separe,
porque en mis sueños te tengo,
y allí nadie nos podrá arrancar.
Solo cierro los ojos y te encuentro,
solo cierro los ojos y te veo,
solo cierro los ojos y te tengo,
y en tus brazos, de nuevo, me elevo.
Te soñé y te besé tantas veces,
que mi alma ya no te olvida,
y aunque despierto no estés aquí,
en mis sueños eres mi vida.
Ahora ya sé dónde te escondes,
ahora ya sé cómo hallarte:
solo tengo que cerrar los ojos
y allí estás, en mi mente, en mi alma.
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Coordinacián: Mario Crescencio Bulduan
