Mojiganguiando el sábado

Por Alejandro Espinal
Las hormigas, no obstante que ser insectos pequeños, tienen su «división social» del trabajo. Allí cada cual ejerce su oficio y posición.
Las reinas son las encargadas de poner los huevos.
Los zánganos (machos) colaboran con las reinas en su tarea de poner los huevos.
Las obreras son las que construyen y defienden el hormiguero de posibles ataques.
¿Es Juan Soto un hombre rana?
Este grupo élite de la Marina de Guerra Dominicana, en el final de la dictadura de Trujillo, se destacó al lado del pueblo en la Revolución de Abril de 1965.
Se decía que un hombre rana valía hasta por 10 soldados regulares. Eso parece Soto.
Dicen que un grano no hace granero, pero ayuda a su compañero.
Soto es uno, pero el hombre resuelve, por lo que habrá que darle su moña tan alta que no la brinque un chivo azuano.
+ Inversión en Perros Militares en el Reino Unido
El Reino Unido invertirá $4 millones en el entrenamiento de 500 perros militares, que desempeñarán un papel vital en la detección de explosivos, búsqueda y rescate, entre otros delitos.
+ Monerías en Estados Unidos.
43 monos se fugaron el jueves de un centro de investigación científica instalado en un pequeño pueblo de Carolina del Sur.
+ Feria del libro.
Pusieron al diccionario a dar las gracias a nombre de todos los libros y se despachó con estas palabras: «A la verdad que no tengo palabras para definir mi emoción…».
+Cosas de mujeres.
La mujer encuentra a su marido más bonito cuando sale de rumba y llega a las dos de la mañana con un súper (jumo). La doña lo espera en la puerta principal con las manos puestas en cintura, moviéndose con tongoneo y le dice: «¡Qué lindo, qué bonito, eh…?».
+ Cuentecito: ¡Qué doña más avispa!
Dos ancianos refrescando la memoria, el don le dice a la doña: «María, ¿te acuerdas de aquella muchacha rubia muy bonita que tenía un cuerpazo, cuando vivíamos en San Carlos? Ella vivía frente a nosotros». «Sí», dice la doña, a lo que contesta el señor: «Ese cuerpo fue mío».
Riposta la doña: «¿Y te acuerdas cuando estábamos viviendo en Mao que detrás estaba el Cuerpo de Bomberos?». Contesta el señor haciendo gala de buena memoria: «Sí, sí, sí…». Contesta la doña: «Ese cuerpo entero fue mío».