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Dos mundos: geográfico y conductual… Creciendo Juntos

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Imagen terrenal y La imagen celestial.
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El bajo mundo representa toda la maldad de los hombres puesta de manifiesto de distintas formas. Las múltiples investigaciones científicas demuestran la grandeza del mundon  el ámbirto georáfico. Mares, planetas, satélites, estrellas, etcétera; en lo conductual existe otro mundo. El evangelista Juan, en el libro del nuevo testamento, dice lo siguiente: exiten dos mundos, el celestial o espiritual y el mundo terrenal humano caído bajo el pecado, también dice que los dos mundos representan la lucha entre la verdad de Dios y la corrupción del mundo humano. homicidio prostitucion

Dos mundos: geográfico y conductual

Desde una perspectiva geográfica, el mundo es un espacio vasto, diverso y tangible. Se compone de continentes, océanos, montañas, selvas, desiertos y ciudades. Esta visión se enfoca en los elementos físicos que estructuran nuestro planeta y cómo los seres humanos se organizan dentro de él: territorios, fronteras, climas, recursos naturales y asentamientos humanos. Es el mundo que se puede ver en los mapas y estudiar en los libros de geografía: real, visible, mensurable.

Pero más allá de la superficie visible, existe otro tipo de «mundo»: un bajo mundo que no se define por la tierra ni por los océanos, sino por las conductas humanas que se ocultan en las sombras de la legalidad y la moral. Este bajo mundo conductual está compuesto por prácticas ilícitas, corrupción, violencia, manipulación y abuso de poder. No aparece en los atlas ni se enseña en las clases tradicionales, pero tiene un impacto profundo en la sociedad y en la forma en que las personas viven, deciden y se relacionan.

Mientras la geografía describe la forma del mundo, el bajo mundo conductual revela lo que sucede cuando los valores se distorsionan y las reglas se quebrantan. Uno traza el mapa; el otro, borra las líneas del respeto, la ética y la justicia.

También el robo, la prostitucion, el homicidio, infidelidad, la esclavitud, la embriaguez, las guerras, la ingratitud y la destrucción de la naturaleza, el apego a lo material y muchas otras acciones que hacen que el cada día sea más bajo y más invisible.

Comprender ambos mundos es clave: el primero nos ubica físicamente, el segundo nos reta moralmente. Y aunque uno se ve y el otro se oculta, ambos coexisten en la compleja realidad humana.

Debemos vivir apartados del bajo mundo y por lo contrario tener una vida sana basada en los frutos del espíritu con el amor, la fe, la paz y otras para disfrutar del mundo que Dios nos regaló. (Con ayuda de la IA).

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