La deuda pública consolidada (incluyendo deuda intergubernamental) a septiembre de 2024 ascendió a US$75,916.8 millones. Este monto está compuesto por la deuda del Sector Público No Financiero (SPNF), que fue de US$57,358.8 millones, y la deuda del Banco Central de la República Dominicana (BCRD), que representó US$18,558.0 millones.
Al mes de septiembre de 2024 la deuda pública consolidada se ubicó en 61.0% del PIB; de los cuales un 46.1% correspondían a la deuda del SPNF y los restantes 14.9% a la deuda del BCRD.
Es importante destacar que República Dominicana necesita una reforma fiscal integral. Que aborde el gasto y que transforme el sistema tributario.
El retiro de la reforma fiscal fue un hecho acertado, por el mal diseñó de ese anteproyecto de ley. Sin embargo, el hecho marca el corto plazo fiscal del país. El mismo afectará la percepción que los tenedores de bonos y las agencias calificadoras tienen sobre el país. Esta situación alejaría la posibilidad de alcanzar el grado de inversión, ya que la falta de decisiones firmes en política fiscal genera incertidumbre y desconfianza sobre la gobernanza de un país.
Aunque existe una abundante liquidez en el mundo que probablemente seguirá aumentando con la disminución de las tasas de interés de los bancos centrales, es necesario implementar reformas estructurales, no solo fiscales. Estas reformas deben enfocarse en mejorar el clima de negocios, aumentar la inversión y proporcionar estabilidad a las finanzas del estado, fortaleciendo así la confianza de los inversionistas y promoviendo un mayor desempeño económico.
En el caso de la deuda, las reformas ayudarían a fortalecer las finanzas y al control del proceso de endeudamiento público.