Buenos días. Sabiduría, madurez y un agudo sentido del equilibrio político, serán suficientes para que el presidente Luis Abinader cierre las puertas a cualquier intento que pretenda imponer y, de igual modo, avasallar a los contrarios. Ese escenario solo sería posible por el uso inapropiado del alto poder que ahora concentra el partido gobernante, lo que se traduciría en prácticas abusivas e inadmisibles. El accionar del mandatario en la dirección indicada, garantizaría la permanencia de los derechos civiles y políticos de que disfruta República Dominicana y, a la vez, despejaría las preocupaciones que por lo general surgen cuando un solo partido controla todas las instancias del poder. No cabe duda de que, por sus convicciones democráticas, el presidente Abinader se erigirá en guardián y garante de las libertades democráticas, una prerrogativa ineludible para evitar el ejercicio abusivo y desenfrenado del poder político. En sus manos está preservar el sistema de partidos políticos, aun con sus debilidades, reforzar los mecanismos de diálogo y concertación, en definitiva, gestionar el contrapeso necesario para que no haya riesgos que afecten la vida en sociedad y la democracia misma.
