El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha pedido una tregua inmediata en Oriente Medio, incluso cuando funcionarios anónimos en Washington filtraron advertencias sobre una inminente incursión terrestre israelí en el Líbano.
La invasión, ampliamente esperada, se produciría después de más de una semana de ataques aéreos y con misiles que, según se informa, han cobrado la vida de cientos de civiles libaneses, así como de varios altos funcionarios de Hezbolá, incluido el líder del grupo, Hassan Nasrallah.
«Estoy más consciente de lo que ustedes imaginan y me siento cómodo con que se detengan», dijo Biden a los periodistas en la Casa Blanca el lunes, después de que le preguntaran sobre los informes de una inminente ofensiva israelí.
“Deberíamos tener un alto el fuego ahora”, añadió el presidente estadounidense, antes de alejarse.
Poco antes de la conferencia de prensa de Biden, convocada para abordar los daños causados por el huracán en varios estados de Estados Unidos, varios medios de comunicación informaron que Israel había notificado a Washington sobre una próxima operación militar contra el Líbano.
Sin embargo, CBS News citó a un funcionario estadounidense anónimo que confirmó que Israel tiene la intención de lanzar “una incursión terrestre limitada” en su vecino del norte, que podría comenzar “en cuestión de horas”.
Fox News publicó la misma cita, presumiblemente del mismo funcionario, pero describió la cronología del ataque como “en un futuro inminente”.
El Washington Post también citó a un funcionario anónimo que dijo que Israel había notificado a Estados Unidos sobre una “operación terrestre limitada… que podría comenzar de manera inminente”.
La campaña israelí sería “menor” que el ataque de 2006 contra el Líbano y se centraría en “limpiar” las posiciones de Hezbolá a lo largo de la frontera, dijo la fuente al Post. Tanto Israel como Hezbolá proclamaron su victoria en el conflicto de 2006, pero una comisión del gobierno israelí lo calificó posteriormente de derrota estratégica.
El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), el teniente general Herzi Halevi, dijo la semana pasada que los ataques aéreos contra Hezbolá eran una preparación para un ataque terrestre en el que las FDI “entrarían, destruirían al enemigo allí y destruirían decisivamente su infraestructura”.
El líder adjunto de Hezbolá, Naim Qassem, ha dicho que las “fuerzas de resistencia están listas para un enfrentamiento terrestre” con las tropas israelíes.