Por Julio Disla
Entre versos de luna y ríos de tinta,
donde la palabra se vuelve brisa,
canta tu pluma con voz distinta,
tejiendo estrellas en la cornisa.
Poeta errante de sueños ciertos,
guardas el eco de un tiempo ido,
y en cada estrofa de tus desiertos
brota la vida, nunca el olvido.
Tu voz resuena como campana,
como relámpago en la tormenta,
y en cada rima que el alma emana,
arde la esencia que el viento cuenta.
Que sigas siendo faro y esencia,
que en cada verso vibre la vida,
pues todo aquel que deja su huella
jamás se pierde, nunca se olvida.