Buenos días. En el represivo y nauseabundo régimen de los doce años de Joaquín Balaguer, el pueblo acuñó la frase «comisiones para qué». Era su respuesta preferida ante las famosas comisiones que solía nombrar el viejo caudillo, cada vez que “desaparecía” o asesinaban a un opositor de su sanguinario gobierno. Se trataba de una payasada irresponsable y burlona en tanto los comisionados nunca ofrecían los famosos informes acerca de las “investigaciones” que les ordenaba Balaguer. ¡Pero resulta que décadas después de aquellas amargas experiencias, hoy se reeditan situaciones parecidas! Las comisiones designadas para investigar los escándalos acerca del negocio de drogas, armas, control de las comunicaciones telefónicas y del sistema de vigilancia en las cárceles La Victoria y otras, donde manda el narcotráfico gracias a que paga a funcionarios carcelarios, ¡nunca han ofrecido informes concluyentes! De ahí que no sorprenda a nadie que, justo 31 días después, el pais no tenga conocimiento acerca de la intoxicación de tres reclusos, uno de ellos fallecido, que participaron nada más y nada menos que en una competencia de consumo de drogas en la cárcel de Moca. A pesar de que resulta inaudito que un caso como ese ocurriera en un recinto penitenciario; a pesar de que la gravedad del hecho no solo deja al desnudo, otra vez, que el negocio de las drogas forma parte de las cárceles del país, que eso ocurre porque hay permisividad pagada a quienes tienen que impedirlo; a pesar de que se trata de una cárcel pequeña donde levantar un informe supone una tarea sin complicaciones ningunas, más de un mes después no acaba de informarse lo que pasó en Moca, ni quién lo permitió. ¿Por qué no ha sucedido?