Poema: La luna escapó del cielo.
Autora: Sandra Margarita Fernández Martinez
(Sandra Margarita Fernández, es nitiva de Sabaneta, Santiago Rodriguez. Es abogada, escritora, poeta y gestora cultural. Es una desimera de alta estirpe, con una profunda imaginación, con la que hace gala y cautiva a sus lectores. Ha escrito dos poemarios, un ensayo, una novela y numerosos trabajos literarios. Desde hace varios años publica sus textos en diferentes medios digitales y en las redes sociales. Ha recibido numerosos reconocimientos, auspiciados por instituciones nativas y extranjeras).
Vislumbra la noche paz,
y en la tierra su arrebol,
que de lejos lanza el sol,
entre los rayos voraz.
Se mira triste su faz.
Deseando ocultar su celo,
de la tierra se hace un velo,
cuando la luz menos arde,
oscureciendo la tarde,
«La luna escapó del cielo.
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Es de luna enamorada
atreverse a cualquier cosa
hacerse la candorosa
fingir tierna la mirada.
Y sentirse acorralada
llena de tanto recelo
intentar bajar del cielo
y con la tierra ser brusca
sin la luz del sol se ofusca.
¡La Luna escapó del cielo!
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Todo esto soñar creí,
así lo dejo saber
pero si quieren creer,
no digan que me reí.
Aunque alegre sonreí
que bajó el sol hasta el suelo,
provocandonos desvelo
para besar nuestra tierra,
y conocer a la sierra,
«La luna escapó del cielo».
IV
Y así decía la luna,
al sol desde su ventana,
es la tierra gran hermana,
ya no hagas de ella tu cuna.
la convertirás en sauna,
será muy grande mi celo,
no acabes con este anhelo,
así fue quesucedió,
y nadie se lo impidió,
«la luna escapó del cielo».
V
El sol dejó su concierto,
y sus rayos perfumados,
en los lugares amados,
los que estan en el desierto.
Son en la tierra su puerto,
cuando baja hasta su suelo,
besar la tierra es su anhelo,
de la luna es descontento
y se escucha su lamento.
«La luna escapó del cielo.
VI
«Entre tu cama y la mía»
solo suspiran los sueños,
porque los dos somos dueños,
de nuestra melancolía.
Y surge la poesía,
cristalina desvelada,
tan finamente versada,
que se adhiere al corazón,
llora el alma con razón,
por emociones, turbada.
VII
Está un corazón deshecho
como la flor roja mustia
un alma llena de angustia
encerrada aquí en mi pecho.
Un amor insatisfecho,
que parece ya utopía,
estar en tu compañía,
tu amor tanto reverencio,
que solo surge silencio,
entre tu cama y la mía.
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Coordinación: Mario Crescencio Burduan