“Nunca me fue tan necesario como hoy el tener salud, corazón y juicio, hoy que hombres sin juicio y sin corazón, conspiran contra la salud de la Patria”, Juan Pablo Duarte.
Buenos días. La celebración del Día de la Patria es propicia para honrar a sus nobles y valientes fundadores. A la vez, para alertar acerca de nuevos traidores y de los peligros que se ciernen sobre nuestra nación libre y soberana. En la actualidad dentro del territorio hay nuevos traidores que trabajan a la sombra en favor de los intereses de quienes buscan mancillar nuestra nacionalidad, así como enemigos de la Patria que aún en posiciones de poder, ayer y hoy, solo simulan un compromiso falso y/o a media por la preservación del terruño patrio. Esos se la pasan ladrando en beneficio de los propósitos aviesos de arrojar sobre los hombros de los dominicanos, la desgracia del pueblo haitiano. Malos dominicanos que conspiran a través de la pantalla chica o por vía de sus envenenados escritos, pagados o alimentados por agencias como la USAID, en los que asumen la miserable postura de tradición a la Patria a cambio de dádivas y lisonjas. Son sujetos a quienes en nada les preocupa servir sin escrúpulos a organismos y potencias que nos dispensan el trato de simple colonia, postura que ofende la memoria inmaculada de quienes, como Duarte, Sánchez, Mella, los Trinitaruios, ofrendaron su sangre, sus bienes y sus vidas para legarnos un terruño libre, soberano e independiente de toda potencia extranjera. Hay que desnudar públicamente a estos nuevos traidores mediáticos y políticos, presentarlos ante el pueblo dominicano para que los conozca y los juzgue sin contemplación. Esos nuevos traidores a la nacionalidad dominicana, que reniegan de la bandera tricolor y nuestro escudo, deben recibir el castigo firme del pueblo dominicano. No puede ser otro que el fusilamiento o el destierro.
