Anjá, Unjú
Solo los sordos y ciegos dejan de notar y sentir que la cualquirización política, convertida en acto teatral, se adueñó del quehacer electoral de República Dominicana. Ella, irreverente e indiscreta, agrega olor a estiércol a actores y personajes disfrazados de mil formas, que en escena visten trajes de colores fugaces, tan cambiantes como el viento y tan vulgar como una fiesta de cueros. La especial temporada de teatro pone en escena a oportunistas, mercaderes y a escorias de la política, quienes, sin sonrojos ni pudor, se inclinan tanto que dejan notar sus sucios y hediondos refajos… Pero el premio por su actuación especial es para cierto renacuajo con estructura recién nacida, a quien por lo bajo le soplan aire y cuartos para que aparente músculos de Hércules… Y entonces siga haciendo lo que más sabe hacer como cómico que es, allantar!