Por @adelso_car
Ayer 23 de febrero se cumplieron 6 años de la batalla de los puentes, un día en que el pueblo salió a defender nuestra soberanía ante un intento de invasión de nuestro territorio, utilizando como excusa la entrada de la ayuda humanitaria. Vaya mi reconocimiento a cada patriota que dio su granito de arena para impedir que fuerzas extranjeras cruzaran nuestro digno territorio.
Si bien es cierto que existen diferentes rostros y figuras que participaron en esta batalla, hoy quiero rendir mi mayor homenaje a esos héroes anónimos que no buscan figurar y que trabajan arduamente solo por mantener la patria que nos dejó Hugo Chávez, nuestro amado comandante eterno.
HISTORIA DE LOS SOLDADOS DIGITALES
Para ese día, recibí una invitación para formar parte de un pequeño equipo que se estaba organizando para desarticular los grupos de WhatsApp que, en esos momentos y semanas previas, estaban organizando los llamados grupos de Guaidó. Sí, existían grupos de WhatsApp nacionales, por estado, por municipio, por parroquia, por barrio y hasta por calle. Debo ser sincero: ellos estaban muy bien organizados. Sin embargo, un grupo de 25 HÉROES en un humilde chat debatimos las estrategias para comenzar a desarticular esos grupos, que eran miles de personas. Usaban grupos en donde se difundían más grupos; era una locura. Aunque existían grupos de Guaidó en Táchira, su parroquia estaba llena de cientos de grupos. No era una tarea fácil para solo 25 personas.
Diseñada la estrategia, nos fuimos al combate y comenzamos a entrar en todos los grupos de WhatsApp que circulaban en las listas de difusión, valga la redundancia. Nos hacíamos pasar por opositores, unos radicales y otros no tanto. Cuando el grupo era tomado por las fuerzas chavistas, en la madrugada atacábamos. La gente se salía del grupo diciendo «llegaron los chavistas» hasta que tomábamos el control del grupo. Esta tarea nos ocupó las 24 horas; recuerdo que mis compañeros y yo no dormimos durante aproximadamente dos semanas.
Si bien es cierto que ellos podían crear nuevos grupos, la desarticulación de más de 2000 grupos hizo que su proceso organizativo se volviera más lento. Recuerdo que esta tarea hizo que mi esposa se molestara porque yo no dormía, pasaba las 24 horas del día con el teléfono.
Esos grupos no solo eran para informarse, eran una gran telaraña comunicacional que incluso utilizaban para encontrarse en las marchas en sus respectivos estados, municipios y parroquias. Allí planteaban estrategias comunicacionales en redes sociales, especialmente en lo que entonces era Twitter, ahora llamada X. Desde allí se posicionaban etiquetas a favor de Juan Guaidó y en contra de nuestro gobierno nacional.
Días intensos desarticulando grupos hicieron que en la telefónica Movistar me cortaran la línea porque la habían reportado, y hasta la fecha estoy vetado para comprar líneas telefónicas en Movistar. Siempre he visto esto, más que como una desventaja, como un gran logro, ya que mi número telefónico circulaba en todos esos grupos gracias a un gif que decía «este número es chavista».
Este trabajo se realizó por casi un mes hasta que desarticulamos todos los grupos de WhatsApp y tomamos el control incluso de los grupos de difusión.
Recuerdo que en el último día nos despedimos porque ya no había más nada que hacer; éramos dueños de todos los grupos. Fue una despedida emotiva. De aquel grupo solo conocí a una de las chicas, que es del estado Yaracuy, su nombre es Rubiry Aguilar. El resto, cuando me bloquearon la línea, perdí los contactos de todos, ya que estaban en la línea telefónica.
Qué días tan intensos esos. Hoy 23 de febrero, quiero hacer mi mayor reconocimiento a ese equipo que, hasta ahora, nadie sabía que dio una batalla importante por defender la patria y que no está en los libros de reconocimiento. Pero igual no importa; cuando se trata de defender a Venezuela, lo importante es hacerlo, no figurar en ningún lado.
