Buenos días. Es difícil entender que, a una semana de la supuesta violación de una niña de origen haitiano, las autoridades no dispongan de una versión oficial y definitiva acerca del alegado hecho. Lo que se conoce hasta el momento son versiones respecto a quién habría sido responsable de la reprochable e inaceptable acción, además de las promesas que desde diferentes instancias oficiales se han formulado en lo que respecta al esclarecimiento del hecho y al castigo a los responsables. El propio presidente Abinader se ha referido más de una vez al caso y advertido acerca de la aplicación de todo el peso de la ley a los culpables. Lo que más inquieta y en cierta medida intriga, es el tiempo transcurrido sin que haya resultados concretos de las investigaciones. Y hay razones para preocuparse porque no se trata de un hecho que amerite una investigación prolongada y compleja, además, porque estamos ofreciendo una excusa más a los enemigos tradicionales del pais para que sumen el caso a sus continuos ataques en diferentes escenarios internacionales. Las autoridades tienen que evitar cualquier acción que pretenda encubrir a él o los responsables del caso, una posibilidad que no hay que descartar y que resultaría al extremo reprochable.
