La NASA ha clasificado a este asteroide en la clase Apolo, debido a que es un objeto mediano y su órbita se entrecruza con la de la Tierra. También lo define como un objeto potencialmente peligroso por sus aproximaciones previstas. Se estima que, en el 2089, este cuerpo se aproximará a nuestro planeta a un tercio de la distancia a la que pasará este jueves (alrededor de 2,6 millones de kilómetros).
Gianluca Masi, astrofísico y director del Proyecto del Telescopio Virtual, explicó en un comunicado reciente que este objeto es interesante porque es probablemente uno de los 10 asteroides más grandes que han pasado a menos de 7,5 millones de kilómetros de nuestro planeta desde 1900. La ESA enfatiza en que no representa ningún riesgo para la Tierra, pues la probabilidad de impacto es cero.