Mojiganguiando el sábado.

Por Alejandro Espinal
Mañana, domingo 26 de enero, se celebran o conmemoran los 212 años del nacimiento del Padre de la Patria, el inmenso, el verdadero, quien renunció a la vida cómoda para liberar su país del yugo extranjero.
Juan Pablo Duarte Diez nació el 26 de enero de 1813 en Santo Domingo, República Dominicana.
Luchó a través de la Sociedad Secreta La Trinitaria hasta ver su país libre del yugo haitiano, que pisoteó nuestra soberanía nacional durante 22 años.
El 27 de febrero fue la cita con la historia, y hoy nuestro país respira aire de libertad e independencia, sin dejar de mirar al norte.
Recordemos a nuestro Juan Pablo Duarte, a Francisco del Rosario Sánchez y a Ramón Matías Mella.
Frases de Juan Pablo Duarte:
– «Vivir sin Patria es lo mismo que vivir sin honor.»
– «Mientras no se escarmiente a los traidores como se debe, los buenos dominicanos serán víctimas de sus maquinaciones.» (Esto se aplica a quienes transgreden indocumentadamente, así como a los militares que lo permiten y cobran peaje).
– «Nuestra Patria ha de ser libre e independiente de toda potencia extranjera, o se hunde la isla.»
– «Trabajemos por y para la Patria, que es como trabajar para nuestros hijos y para nosotros mismos.»
Ahí está el pensamiento de Duarte.
Honramos a Duarte, no solamente con el nombre de calles, avenidas, carreteras, edificios y museos. Vivamos y luchemos como él lo hizo.
+ En otro son:
– «No confíe en personas que, socialmente, nada le huele ni le hiede.»
– «En República Dominicana, el que no corre, vuela.»
+ Fallos escolares: preguntaron a un estudiante de quinto grado quiénes eran los Padres de la Patria, y el chico, muy tranquilo, respondió: «Juan, Pablo y Duarte.»
Cuentecito:
Un joven que acaba de tener su primer hijo, como es lógico, está feliz con su primogénito. Sin embargo, después de una semana en casa, nota que el bebé no abre los ojos. Desesperado, se dirige al ginecólogo que realizó el parto y le dice, muy perturbado: «Doctor, mi hijo no ve, no abre los ojos.» El doctor, muy paciente, le responde al padre preocupado: «El que tiene que abrir los ojos es usted. ¿No se da cuenta de que ese niño es chino?»