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Mojiganguiando el sábado… Las cosas de Trujillo

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Expresidentes dominicanos
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Mojigandiando el sábado…

Alejandro Espinal

Por Alejandro Espinal

La vida está llena de contradicciones y sorpresas.

Contaba y cantaba el cantautor argentino Facundo Cabral, en una de sus canciones llena de sabiduría y cuestionamientos, que «Pedro buscando agua encontró petróleo, pero se murió de sed».

Lo que quiere decir es que las cosas sirven y valen para el momento en que se necesitan.

¿Sabías que la mayoría de los gatos machos no tienen más de dos colores en su pelaje? ¿Increíble, verdad? Así es, sin chequear los genitales, es una forma de saber el sexo de ese felino doméstico.

Una característica propia de las hembras es que son tricolores.

Otro dato:

Cuando el día primero de un mes cae domingo, hay un viernes 13 en ese mes.

Buen augurio para La Pajiza aldea

El padre del presidente Luis Abinader, el doctor don José Rafael Abinader Wasaf, nació en el municipio de Tamboril, provincia de Santiago, el 2 de marzo de 1929.

Por igual, la madre del fenecido expresidente doctor Salvador Jorge Blanco, doña Dilia Limbert Blanco Polanco, nació en 1900 en el municipio de Tamboril.

Cuentecito de Trujillo

Los dictadores, después de muertos, son una fuente de todo tipo de anécdotas y cuentos, algunos de otros actores que luego se los atribuyen a estos personajes de la historia.

Cuentan que un muchacho que ayudaba en el jardín y hacía mandados a la madre del sátrapa Rafael Leonidas Trujillo Molina, doña Altagracia Julia Molina Chevalier, le pidió a la dama que él quería que su hijo lo nombrara en el palacio para poder trabajar con el Jefe.

La progenitora le pidió a su hijo, el déspota, que lo nombrara allí para complacer al joven que quería estar al lado del «Benefactor y Padre de la Patria Nueva».

Trujillo no tardó ni un minuto en nombrarlo a partir del día primero para complacer a su madre.

El muchacho se reportó a su nuevo empleo el día primero, como decía el decreto.

Luego de dos meses de deambular por los jardines de la casa de gobierno sin hacer nada, logró ver al jefe, como le decían a Trujillo, y le preguntó: «Jefe, quiero que me digas qué es lo que tengo que hacer aquí». Contestando el tirano inmediatamente: «Su trabajo aquí es no dejarse ver por mí».

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