Buenos días. El Arroz es un alimento sensible por su presencia dominante en la dieta y la mesa del dominicano. El cereal ha estado sometido en los últimos tiempos a situaciones que van desde la incertidumbre de sus productores, a baja en la oferta y preocupantes variaciones de precios al consumidor. Vuelve a la palestra con las quejas externadas el fin de semana por la Federación de Comerciantes Dominicanos que, a través de su presidente Iván García, advierte que en los próximos días pudiera haber problemas con el abastecimiento y por consiguiente nuevos aumentos, situación que atribuyen al hecho de que el sector comercio apenas recibe el 10 por ciento de las cuotas de importación del producto. Y revelan que al entregársele el 90 por ciento a los productores, se provoca una variación en la calidad porque buena parte contiene granos partidos que en las factorías es ligado con “puntillas” o arroz de medio grano, que luego es introducido al mercado bajo las marcas de sus negocios. Son partes de las razones por las que el comercio organizado reclama del Gobierno encarar la situación y disponer un equilibrio justo en las asignaciones para exportaciones de arroz. Por encima de cualquier motivación e interés, necesariamente tiene que protegerse al consumidor, evitar que por distorsiones que pueden corregirse, el dominicano continúe siendo víctima del agiotismo de un mercado manipulado, controlado por carteles que distorsionan e imponen precios bajo la indiferencia y el tutelaje de ciertas autoridades. Hay que poner freno a la escalada alcista de un producto reduc ido en su calidad, que en los últimos cuatro años ha disparado su aprecio en más de 100 por ciento. ¡Y la situación todavía pudiera tonarse peor a partir del año 2025 cuando Estados Unidos podrá meter su arroz subsidiado y con impuesto cero en el mercado interno nuestro!
