¡Qué reconfortante es tomar unas vacaciones!, alejarse de las actividades cotidianas y encontrarse con un mundo nuevo, aunque sea por un tiempo efímero. A pesar de ello, muchas personas se resisten a hacerse ese noble regalo argumentando que no tienen tiempo y que las múltiples responsabilidades no se lo permiten.
Las vacaciones no son un lujo, son una necesidad. Representan ese tiempo sagrado en el que el cuerpo descansa, la mente respira y el alma se reconecta.
Alejarse de la rutina, aunque sea por unos días, nos ayuda a ver la vida con nuevos ojos, a valorar lo simple, a disfrutar lo pequeño.
Las vacaciones nos enseñan que el descanso también es parte del trabajo,
y que cuidarnos es la mejor forma de seguir adelante con energía, alegría y propósito.
No se trata solo de desconectar de lo cotidiano, sino, de volver a nosotros mismos.
Existen muchas maneras de vacacionar, las condiciones de salud y económicas marcan la diferencia, nos podemos quedar en la casa mirando películas, leyendo un libro, recibiendo visitantes, o simplemente descansando, pero no es la mejor forma.
Es recomendable salir a disfrutar de los lugares de esparcimiento como hoteles, playas, montañas, parques, lugares históricos,… y participar de aventuras. Si es posible es recomendable viajar fuera del país a conocer otras culturas y lugares que vemos en películas, fotografías y en documentales.
En la República Dominicana existen muchos lugares turísticos recomendables para visitar, en la zona norte está Puerto Plata, Sosua y Samaná. En la zona Sur están Barahona, Pedernales, San Cristóbal, entre otras ciudades importantes. En la zona Este están los lugares más emblemáticos, los cuáles son visitados por millones de turistas anualmente. Las provincias la Altagracia y la Romana son las más visitadas.
La ciudad capital se destaca por poseer los lugares históricos y recreativos más relevantes. No importa la forma ni los lugares que elijamos para vacacionar, lo importante es tomar las vacaciones.
