¿Cuáles son las 10 carreras que más se estudian en República Dominicana?
En República Dominicana, las carreras con más estudiantes reflejan las demandas del mercado laboral, así como los incentivos económicos generados por las reglas del juego existentes en el país.
Estos incentivos económicos se refieren a las motivaciones que generan las instituciones a actuar de cierta forma.
Tanto los hogares como las empresas requieren una gran cantidad de abogados para lidiar con la compleja burocracia así como las complejidades del sistema judicial del país. De manera similar, los contadores son indispensables para que las personas cumplan con las obligaciones tributarias establecidas en la legislación vigente. Esto explica por qué estas carreras ocupan las primeras posiciones en el ranking de matriculación.
Cabe aclarar que estos datos son los últimos disponibles en el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, los cuales corresponden a la cantidad de estudiantes matriculados en el año 2022.
Por otro lado, la popularidad de carreras como medicina y educación se debe en parte, a los diversos beneficios que estos tienen, que van desde protecciones sindicales, salarios por encima de sus niveles de productividad. Es importante destacar que, aunque el gráfico muestra solo educación inicial, al considerar toda el área de educación se cuenta con 62,184 estudiantes.
Aspiramos a convertirnos en un país más próspero, con profesionales en diversas áreas, como lo es el sector tecnológico, y atraer mayor inversión. Sin embargo, las carreras relacionadas con la tecnología se encuentran entre las menos estudiadas. Por ejemplo, Informática e Ingeniería Eléctrica cuentan con 6,173 y 2,785 estudiantes respectivamente, lo que representa solo el 0.8% y el 0.4% del total de estudiantes.
A su vez las ciencias como Química, Física, Biología también tienen bajas matrículas, con solo 3,727 estudiantes en total, mostrando un bajo interés en estos campos cruciales para el desarrollo científico y tecnológico.
Es posible modificar las instituciones o reglas del juego por medio de reformas estructurales como la reforma tributaria, de tal forma que generen incentivos que encaminen al país al desarrollo y no que generen obstáculos, promuevan la búsqueda de rentas y el mal uso de los recursos.