La plataforma de redes sociales X dice que está tomando medidas para cumplir con las demandas emitidas por la Corte Suprema de Brasil con la esperanza de revertir una prohibición a nivel nacional ordenada por el principal juez del país el mes pasado.
Durante casi tres semanas, X ha estado inaccesible para los usuarios brasileños. El uso de una VPN para acceder al sitio conlleva la amenaza de una multa de casi 9.000 dólares. Esto se debe a que el juez Alexandre de Moraes prohibió la plataforma por no censurar las cuentas que «difunden desinformación».
El propietario de la plataforma, Elon Musk, un firme defensor de la libertad de expresión, hasta ahora se ha negado a dar marcha atrás, describiendo las órdenes como un intento de censurar las voces en su plataforma y llamando al juez «un dictador malvado disfrazado de juez».
Sin embargo, el viernes, los representantes legales de X anunciaron que la plataforma ha tomado medidas para cumplir con las demandas del tribunal brasileño para ayudar a resolver el impasse y lograr que se levante la prohibición del sitio.
Estas medidas incluyen pagar las multas que debe X, bloquear las cuentas que De Moraes había acusado previamente de propagar desinformación y socavar la democracia brasileña y nombrar un representante legal en el país.
Según la ley brasileña, las empresas extranjeras deben tener un representante que asuma todas las responsabilidades legales locales de la empresa. X tenía un representante de este tipo hasta mediados de agosto, cuando decidió cerrar sus oficinas y despedir a todo su personal en el país. Eso fue después de que Musk afirmara que De Moraes amenazó con arrestar al representante legal de la empresa si X no cumplía con las órdenes judiciales.
El sábado, la Corte Suprema de Brasil confirmó las medidas de X y le dio a la empresa cinco días para presentar todos los documentos necesarios para validar a su nuevo representante legal. También reiteró sus órdenes de bloquear las cuentas que ya habían sido identificadas en una investigación sobre discursos de odio y desinformación, y de pagar multas por un total de más de 3 millones de dólares. No está claro qué cuentas han sido objeto de la investigación, ya que es confidencial.
La disputa entre Musk y las autoridades brasileñas comenzó en abril, cuando De Moraes ordenó a X que eliminara las cuentas de varios partidarios del expresidente Jair Bolsonaro, calificándolos de “militantes digitales” que difundían “desinformación” sobre él y la corte. Musk se negó, diciendo que eso violaría las leyes brasileñas.