La Fundación Ecológica Tropical (Fundetrop) sostuvo este martes que el presidente Luis Abinader falta a la verdad cuando afirma que la cobertura forestal del país ha aumentado en un 44 por ciento, asumiendo que desde el 2020 se han plantado 24.2 millones de árboles e impactando unas 470 mil tareas.
Explica que “lo primero es que para levantar un bosque se puede tardar décadas, teniendo en cuenta que, cuando se siembra x cantidad de árboles, la posibilidad de sobrevivencia alcanza un máximo del 30%, es decir, que si desde el 2020 a la fecha se sembraron 24.2 millones de árboles, habrán subsistido 7.26 millones. De manera que, el presidente miente, como en casi todos los temas y para que sus mentiras parezcan verdades el gobierno ha invertido en publicidad casi 30 mil millones de pesos desde el 2020”.
Indica que, en su encuentro semanal con la prensa, el presidente de la República distorsionó la realidad al presentar los indicados datos “y lo peor es que cuenta con un presupuesto de 10,300 millones de pesos de los impuestos del dominicano y muchas veces préstamos en dólares para vender sus mentiras.
“Si con sembrar árboles se resolviera el problema de la cobertura forestal, el planeta no presentaría los problemas que presenta por la cada vez más compleja desertificación, pues solo habría que hacer un inventario de la cantidad de árboles que se necesitan y luego incentivar a lomás de 8 mil millones de personas a sembrar, lo mismo se aplicaría con la República Dominicana y los 10. 7 millones de dominicanos, resolveremos en poco tiempo los problemas ambientales que tenemos”, afirma la Fundetrop.
Aseguró que la deforestación es un problema cada vez más complejo y que hay estudios que indican que no se resuelve con siembra ni manipulación de estadísticas, que además establecen “que lo que se debería hacer, es evitar que se continúen eliminando los bosques silvestres que son los pulmones del planeta”.
“Cuando el presidente Abinader asume que en 3 años con sembrar determinada cantidad de árboles han aumentado la cobertura boscosa, engaña al pueblo y condena las futuras generaciones a que tengan que vivir en extrema escasez de agua como ya se observa en la República Dominicana. Jamás el medio ambiente estuvo tan amenazado como en este gobierno.”, advierte.
Sánala que en la era del PLD surgió un movimiento ambiental, social y político que en determinado momento lo encabezó el mismo partido hoy en el gobierno y que se convirtió en un gran contrapeso que limitaba la acción de muchos funcionarios.
“Sin embargo, desde el 2020, la incapacidad del gobierno se une a la falta de un movimiento ambiental y social fuerte, así como a la ausencia de oposición política, lo que provoca que impunemente el gobierno imponga proyectos como el de Cabo Rojo violando un área protegida reserva de la Biosfera, permite la estafa en La Sierra de Bahoruco, la extracción de agregado de los ríos Guayubín y Yuna, Las Dunas de Baní, la privatización de importantes áreas del Parque Nacional Cotubanamá, destrucción de los Manglares de Montecristi, los Manglares de Samaná, instalación de barcazas en los Negros de Azua, se evidencia un plan de Privatización en la Bahía de Luperón, El Morro de Montecristi y otras importantes áreas protegidas que corren el mismo riesgo, porque en este gobierno el sector empresarial lo quiere todo”, denuncia.
Explica que las autoridades han dado luz verde a Empresas Mineras como GoldQuest Restauración, Barrick Gold, GoldQuest Mining Corp y el Proyecto Romero en San Juan, Belfond Enterprise en Barahona, así mismo, la destrucción de las Cuevas del Pomier, incluso, quería construir una presa de Cola en el nacimiento del río Ozama e Isabela, mientras que Falcondo destruye impunemente la loma de Bonao y camina hacia la explotación de Loma Miranda, si el pueblo no se levanta.
“Asimismo, está la imposición de la Presa de Las Placetas y otra sobre el río Masipedro, otra sobre el río Guayubín en contra de las comunidades y todo un festival de presas a nivel nacional que conlleva la entrega definitiva del sector agua y energía al empresariado. Estas son solo algunas de las más connotadas denuncias de la destrucción que se ha estimulado desde el gobierno”, indica.
