Buenos días. El presidente Abinader firmó en agosto 2022 el llamado “Pacto por Precios Justos”, que involucró a 93 asociaciones del comercio detallista del país. La iniciativa se proponía evitar, o al menos reducir a su mínima expresión, toda práctica de agiotismo desenfrenado que encareciera los precios de los alimentos y afectara el menguado presupuesto familiar. Pudiera afirmarse que el referido pacto produjo beneficios de corto plazo y que, con el tiempo, prácticamente desapareció como lo confirma la oleada de aumentos en los precios de la casi generalidad de productos y alimentos demandados a diario por la población. Tal vez resultaría importante que el mandatario reactive el pacto para que, por lo menos, el consumidor sienta que existe la intención en las esferas oficiales de acudir en su ayuda. La población es víctima actualmente de una ofensiva despiadada y en la que intervienen diversos actores que, en conjunto y cada quien por su lado, lucen haber perdido el respecto a la más elemental de las reglas de competencia. De lo que ocurre, en lo fundamental se culpa al comercio al detalle y aunque no se puede dudar que dentro de ese sector hay quienes tienen interés por ganar si escatimar esfuerzos, no hay que olvidar que el comerciante al detalle es solo un facilitador y como tal, no tiene capacidad para fijar ni variar precios a gran escala, mucho menos para provocar y controlar las distorsiones que se manifiestan en la cadena de comercialización e intermediación de productos y alimentos. En otras palabras, no tiene fuerza para hacer valer precios justos porque directamente depende de los mayoristas y almacenistas, quienes no solo les suplen las mercancías, sino que, incluso, imponen los márgenes de beneficios. Lo peor radica en el hecho de que en el llamado comercio interno no hay competencia porque todo está bajo el control de carteles intocables, que se reparten el negocio, fijan precios, imponen barreras, provocan alzas y generan distorsiones de las que solo se benefician ellos… Tal vez sea interesante que el Gobierno reactive el citado pacto, naturalmente con la determinación de acabar con esos carteles que destripan el presupuesto de las grandes mayorías de los dominicanos.