Mojiganguiando el sábado
Por Alejandro Espinal
Mañana se celebra el Día de las Madres en Estados Unidos.
Feliz y bendecido día a cada madre, sin importar su color o condición.
También a quienes, al criar a un familiar o a un hijo adoptado, han asumido con amor la hermosa tarea de ser madre.
Y en este sábado mojigandeado por la ternura, traigo dos textos de mi pluma: uno desde la poesía, otro desde la ironía, ambos escritos con gratitud y respeto para esas mujeres que, con amor y sin descanso, sostienen el mundo.
1. Una madre
No es un invento comercial ni un color. Porque:
En cada llanto de dolor,
hay una madre.
En cada sonrisa del deber cumplido,
hay una madre.
En cada estría abdominal,
hay una madre.
En cada seno agotado,
hay una madre.
En cada noche de desvelo,
hay una madre.
En cada camino sin final,
hay una madre.
2. El valor de una madre
El valor de una madre no se puede comparar con nada, pero muchos productos sí intentan compararse con ella:
“Si es Goya, tiene que ser bueno”. Pero nadie es mejor que una madre.
El lapicero BIC no sabe fallar. Una madre nunca falla.
ATM: Cajero 24/7. Una madre nunca está «fuera de servicio».
Para MasterCard, nada tiene precio… excepto el valor de una madre.
Coca-Cola, la chispa de la vida. Pero la madre es la única que da vida.
+ Un nuevo Papa
El cónclave de cardenales eligió el jueves al nuevo Papa:
el cardenal norteamericano Robert Prevost,
quien ha adoptado el nombre de León XIV.
Parece un “todo incluido”:
habla varios idiomas, es sencillo, muy ligado a los pobres y a la juventud.
Conoce América Latina, está nacionalizado peruano
y tiene raíces dominicanas por parte de su abuela materna.
Le gustan los tostones y los plátanos sancochados.
Es posible que algún día salude con un “klk” o un “dime manín”.
Nada raro: los dominicanos bailamos en todas las fiestas.
León XIV ha visitado en varias ocasiones la ciudad de La Vega.
Bienvenido a tu papado, León XIV.
—
Yo, privando en poeta
En tus brazos pasaría el resto de mi
de vida en el altiplano mexicano…
y muero feliz.
—
El cuentecito
Se quedó para la próxima semana.
Pero ría, que la risa es salud… y además, gratis.
No importa que sea como ese empresario televisivo que se ríe sin abrir la boca.
