Desde la perspectiva de las Ciencias Sociales, la ideología es un conjunto normativo de emociones, ideas y creencias colectivas compatibles entre sí, en especial referidas a la conducta social humana.
El teórico y lingüista neerlandés Teun van Dijk (1943-), define una ideología como «un sistema de creencias socialmente compartido, cuyo rasgo típico es resultados axiomáticos o fundamentales, es decir, capaces de organizar y controlar otras creencias, valores y conductas sociales, ya proporcionadas».
Describen y postulan modos de actuar sobre la realidad del conjunto, tanto de un sistema general de la sociedad, o uno o varios de sus sistemas específicos como el económico, social, científico, tecnológico, político, cultural, moral, religioso, medioambiental y otros que se relacionan con el bien común.
Las ideologías dominantes se instalan cuando el conjunto de creencias, valores y pensamientos prevalentes en la sociedad, son promovidas por las clases sociales altas en el poder. Estas ideas suelen ser aceptadas como una norma, e influyen en la percepción y el comportamiento de las masas.
Además, es reforzada a través de la aceptación social de las personas que tienden a conformarse con tales creencias y comportamientos, evitando el ostracismo y la marginalización,
Así, el pensamiento sistémico se refiere a la forma de entender y analizar situaciones complejas al considerar las interrelaciones y patrones dentro de un sistema.
En lugar de ver los problemas de manera aislada, se busca comprender cómo las diferentes partes de un sistema interactúan y afectan al todo. Esto es especialmente útil en contextos donde hay múltiples factores en juego, como en la política internacional.
Por otro lado, la geopolítica como pieza fundamental, se centra en cómo la geografía, la economía y la política influyen en las relaciones entre países y regiones. Examina cómo los recursos naturales, la ubicación geográfica y las dinámicas culturales afectan las decisiones políticas y estratégicas.
Cuando combinamos ambos conceptos, podemos obtener una visión más completa de los desafíos globales. Por ejemplo, al analizar un conflicto internacional, el pensamiento sistémico nos permite ver no solo las acciones de los países como actores involucrados, sino también cómo factores económicos, sociales y ambientales qué pueden influir en la situación.
En éste contexto no hay que perder de vista el panorama geopolítico mundial, para poder entender bien el conflicto Venezolano. Que algunos medios definen como crisis post electoral,
las coyunturas electorales son solo pequeñas sombras que tienen un contexto mucho más amplio.
Por supuesto, al menos que seas un «muy emocionalmente comprometido» con el opositor al gobierno, que veas las cosas desde un punto de vista emocionalmente anti chavista, donde todo lo que hace o dice el gobierno nacional o sus dirigentes lo vas a tomar como mentiras, aunque en el fondo, sean verdades inmensas, siempre lo miraras a través del cristal de la inverosimilitud y lo filtraras con el tamiz de la «creencia» ideológicas,
Mientras al mismo tiempo le darás veracidad a cualquier absurdidad que venga de esos actores o líderes.
Esas posiciones de la base anti gobierno es perfectamente entendible ya que ellos mismos se han imbuido y se han hundido en la manipulación mental que sus propios líderes le han inoculado el pensamiento.
Ellos son víctimas y han sido víctimas de su propia dirigencia, y como dice la Frases » se ahogaran en sus propias salsas»,
Ellos son la razón principal por la que esas manipulaciones y programas de condicionamiento mental existen todavía. Porque sigue siendo, a estas alturas de la era de la información, una herramienta de control, para el juego mental de la geopolítica,
Pero algunos se preguntarán. Ajá, pero yo sé que es mentira, pero ¿por qué algunos países e instituciones multilaterales como OEA, CIDH, CPI, UE, entre otros. Se pliegan a las más absurdas acciones de la oposición y convalidan y apoyan incluso hasta violencia que aplican?
¿Por qué algunos presidentes se pliegan también?,
La razón principal para que estas acciones sean aplaudidas y apoyadas por una buena parte de lo que llamamos el «occidente colectivo», no todos, pero una buena parte de ella, es porque todo está circunscripto a razones de tipo «geopolítico», de conflictos que están a una mayor distancia objetiva
No hay que olvidar que actualmente hay un conflicto que se hizo «visible» con la guerra de la OTAN a través de Ucrania contra Rusia. A través de este conflicto caliente, se ha hecho más visible este conflicto geopolítico que ya tiene un buen tiempo. Las partes del conflicto están claramente definidas.
Por un Lado está el «Occidente colectivo» con EE.UU a la cabeza dirigiendo ese colectividad. Y está compuesto por EE.UU, Canadá, la Unión Europea sierva de la OTAN, Japón, Corea del sur, Australia y nueva Zelandia. Principalmente.
Otros países menos visibles también forman parte de manera secundaria a este colectivo que se rige por una base que ellos mismos han llamado como: «El orden internacional basado en reglas». Aunque no han mostrado cuáles son esas reglas, ni donde están escritas, o quienes la han suscrito. En pocas palabras, y para ser un poco más directo:
(Las Reglas Son Aquellas Que Ellos Decidan Dónde Y Cómo Aplicarlas. A Quienes Aplicarlas Y a Quienes No).
Este mundo se le ha llamado «el mundo unipolar»
Que significa que una parte domina sobre las demás. No importa que tan odiosas, segregantes o injustas sean, los demás países deben obedecerlas y punto. Aquellos que se opongan a este ORDEN serán execrados y aislados y quizás sancionados financieramente. Esa es su forma de presión y subyugación.
Por el otro lado está el llamado «mundo multipolar»
En este lado están un grupo de países muy independientes, diversos, poderosos económicamente hablando, súper poblados y lo más importante y preocupante para el otro lado es que no obedecen esas reglas unipolares.
Asi que no es por casualidad que las cabezas de este grupo de países que están bajo sanciones económicas, como China y Rusia. Algunos próximos miembros también forman parte de este selecto grupo de «sancionados». Venezuela, Irán, Turquía, Corea del Norte, Cuba, Nicaragua, entre otros,
También están otros países como Brasil, India, Suráfrica. Que no son perseguidos por el mundo unipolar, pero que también son muy independientes y de economías fuertes.
Así que cuando se trata de Venezuela, debemos estar conscientes que fue aquí, con el Comandante Presidente Chávez, que se escuchó de primera mano, el concepto sistémico de «la pluripolaridad» y «multicéntrico», así lo conceptuaba por el Presidente Chávez en sus días. Y lo hizo formar parte de su política exterior.
No en vano Obama lo declaró «una amenaza a su seguridad y política exterior».
Venezuela es el país que está más al occidente, cuya política exterior está perfectamente sincronizada con la política de multipolaridad de los Países del BRICS. Fue y sigue siendo la puerta de entrada tanto de China como de Rusia e Irán y ahora Turkiye. Incluso más que Brasil. Es el miedo secular de que el país con mayores reservas petroleras del mundo, se vaya con el enemigo del mundo unipolar, y que aquellos que hoy son las potencias emergentes, tengan la entrada de la mayor reservas energética de la Región de América Latina, y el Caribe, y el colectivo patio trasero de la Potencia hegemonica en Crisis, y con deterioro emocional de su sueño americano.