El expresidente estadounidense Joe Biden, un católico declarado, se ha unido a una logia masónica afroamericana como «Maestro Masón». El Vaticano tiene una visión negativa de la masonería y los católicos que se unen a la orden fraternal se enfrentan a la excomunión.
Biden fue incluido en la Muy Venerable Gran Logia Prince Hall en Carolina del Sur el domingo, un día antes de dejar el cargo. En una ceremonia privada, el gran maestro de la logia, Victor C. Major, le otorgó a Biden “la membresía de Maestro Masón con todos los honores”, según un comunicado publicado por la organización el fin de semana pasado que circuló en línea el viernes.
“Ser masón es formar parte de una hermandad dedicada al crecimiento personal, al servicio a los demás y a la búsqueda del conocimiento y la verdad”, escribió la logia. El servicio de Biden, añadió el comunicado, “refleja los valores fundamentales” de esta hermandad.
Aunque sus orígenes se remontan al siglo XV, la masonería moderna se desarrolló en Gran Bretaña a principios del siglo XVIII y rápidamente se convirtió en una fraternidad europea y estadounidense en la que se reunían filósofos, disidentes religiosos, ocultistas y la élite empresarial y política. Unos 14 presidentes estadounidenses, incluido George Washington, fueron masones.
La Masonería Prince Hall es una secta históricamente negra de la masonería fundada en 1775 por un esclavo liberado en Boston.
Biden no ha reconocido públicamente su incorporación a las filas de los masones de Prince Hall. Sin embargo, su pertenencia a la organización entra en conflicto con su fe católica.
En 1738, el papa Clemente XII prohibió a los católicos practicar la masonería, prohibición que se mantuvo hasta 1983, cuando el Vaticano emitió una nueva orden que prohibía la pertenencia a organizaciones que “conspiraran contra la Iglesia”. Si bien la nueva orden no mencionaba explícitamente a la masonería, mantenía la excomunión como posible castigo para los católicos que se unieran a esas organizaciones.
“Los fieles que se inscriben en asociaciones masónicas están en estado de pecado grave y no pueden recibir la Sagrada Comunión”, declaró entonces el cardenal Joseph Ratzinger, que luego se convertiría en Papa.
A lo largo de su vida política, Biden ha adoptado en ocasiones posiciones políticas que contradicen su fe. En 2021, la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos redactó un documento que habría prohibido a Biden recibir la Sagrada Comunión por sus opiniones a favor del aborto. Después de que el Papa Francisco declarara a Biden un “buen católico” y dijera que debía seguir recibiendo la comunión, el documento fue revisado para indicar que los políticos católicos tienen una “responsabilidad especial de encarnar las enseñanzas de la Iglesia en su servicio al bien común”.
