Siempre me ha simpatizado el cooperativismo, a tal grado que he realizado varios cursos que me facultan para ser dirigente de cualquier de los órganos de una cooperativa. En la actualidad soy socio de la cooperativa médica, la Empresarial, La Altagracia y los vendedores. Ayer tuve la oportunidad de interactuar y recibir eficientes servicios de dos de ellas, donde se me dispensó un trato excelente. Las satisfacciones sentidas me motivan a compartir algunas ideas acerca del Cooperativismo en Creciendo Juntos de hoy. Para esta entrega me auxilié, además, del Internet.
El cooperativismo es un modelo organizacional basado en la cooperación mutua y la solidaridad, cuyo objetivo principal es satisfacer las necesidades económicas, sociales y culturales de sus miembros. Este sistema permite a las personas unirse para alcanzar metas comunes mediante la creación de empresas cooperativas que operan de manera democrática, con la participación activa de todos sus miembros en la toma de decisiones. Su relevancia radica en que promueve la equidad, el bienestar colectivo y el desarrollo sostenible en las comunidades.
Uno de los aspectos más importantes del cooperativismo es su enfoque en el desarrollo económico y social de las personas. Al unir recursos y esfuerzos, las cooperativas permiten a sus miembros acceder a bienes y servicios que de otro modo serían inaccesibles, como el crédito, la vivienda o la educación. Este modelo fomenta la autogestión y la independencia económica, reduciendo la dependencia de intermediarios y promoviendo la distribución justa de los beneficios entre todos los integrantes.
Además, el cooperativismo es fundamental para fortalecer el tejido social y fomentar valores como la solidaridad, la responsabilidad y la ayuda mutua. Al trabajar juntos hacia un objetivo común, los miembros de las cooperativas desarrollan un sentido de pertenencia y confianza que trasciende lo económico, promoviendo la cohesión social y contribuyendo a la construcción de sociedades más justas e inclusivas.
En el ámbito global, las cooperativas desempeñan un papel esencial en la promoción de la sostenibilidad y la resiliencia frente a los desafíos económicos y ambientales. Al priorizar las necesidades de las personas sobre las ganancias, este modelo fomenta prácticas empresariales responsables y sostenibles,c ontribuyendo al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por la ONU. Por ejemplo, muchas cooperativas agrícolas promueven técnicas de cultivo ecológicas que protegen el medio ambiente y garantizan la seguridad alimentaria.
Finalmente, el cooperativismo es una herramienta poderosa para empoderar a las comunidades más vulnerables y combatir la pobreza. Al proporcionar a las personas los medios para generar ingresos y mejorar su calidad de vida, este modelo reduce la desigualdad y crea oportunidades para el desarrollo personal y colectivo. En resumen, el cooperativismo es una vía eficaz para construir un mundo más equitativo, inclusivo y sostenible, basado en los principios de cooperación y solidaridad.