Buenos días. El año nuevo entró “caliente” en cuanto a ejecuciones de supuestos delincuentes por parte de la Policía Nacional. Las informaciones de víctimas caídas en los cuestionados “intercambios de disparos”, son predominantes y marcan tendencia respecto a lo que se proyecta pasará en 2025. Nadie cuestiona que las autoridades tienen la obligación de garantizar la debida seguridad y protección de la sociedad de los maleantes que operan en nuestras calles, pero eso no significa que agentes policiales tengan potestad para aplicar justicia por su propia cuenta. Tampoco justifica que los abusos y excesos estén presentes en muchas de esas ejecuciones en plena vías públicas. Parecería que estamos ante “un mal necesario” frente al que todos nos rendimos, con el agravante de que está bendecido por la permisividad oficial, incluyendo la del propio Poder Judicial. Siendo así, parece lógico que aboguemos porque esa práctica quede amparada en el estado de derecho vigente y que, de paso, aprovechemos para incluir también las ejecuciones pura y simple de narcotraficantes, asesinos de mujeres y violadores de niñas y niños. Sería una forma interesante de amparar legalmente el derecho que se abroga la policía de asesinar mediante los intercambios de disparo a todo quien considere delincuente, además de que nos libraríamos de otras tres lacras que generan violencia, muertes, impotencia y lutos entre los dominicanos. ¡Mano a la obra!