Por Julio Disla
En un mundo marcado por tensiones geopolíticas, desigualdades económicas y sociales, conflictos territoriales, la amenaza de guerra sigue siendo una realidad que pone en peligro la estabilidad global. Ante esta amenaza, abogar por la paz no es solo un acto de idealismo, sino una necesidad imperiosa para evitar la destrucción y fomentar el bienestar de las naciones.
Hay razones por las cuales es crucial promover la paz ante la amenaza de guerra, y las estrategias que pueden adoptarse para lograrla. El impacto de una guerra, independientemente de su escala, es devastador tanto a nivel humano como económico.
La Primera y Segunda Guerra Mundial dejaron una huella imborrable en la historia de la humanidad, con millones de vidas perdidas y ciudades enteras arrasadas. A nivel más reciente, los conflictos en Siria, Yemen, Ucrania y Palestina han demostrado cómo la guerra destroza familias, desintegra sociedades y condena a generaciones al sufrimiento.
La guerra no solo se cobra vidas, sino que destruye infraestructuras, arruinas economías y desplaza a millones de personas. A menudo, deja cicatrices que duran décadas y que impiden el desarrollo sostenible de las naciones afectadas. Los recursos que se destinan a la guerra podrían ser usados para enfrentar problemas globales urgentes, como el cambio climático, la pobreza o las crisis de salud pospandémica.
Evidentemente hay mucha “preparación” para la guerra, los tratados para la limitación de armas atómicas han ido quedando en el olvido, y la proliferación de los más variados tipos de armamentos no se detiene, incluso militarizando el espacio extraterrestre y utilizando inteligencia artificial.
“Indendientemente de que a los países les fuera mejor o peor de lo esperado, económicamente, el ejército está acarando más recursos financieros que en años anteriores”, informó recientemente el Instituto de Investigaciones para Paz de Estocolmo (Suecia), más conocido por su sigla en inglés SIPRI.
Hoy por hoy en el mundo se habla hasta el cansancio de “paz”. Pero igual que sucede con otras palabras tan manoseadas como democracia, libertad, su uso termina siendo hipócrita, insustancial, nada creíble. Por ejemplo: Los encargados, supuestamente, de velar por la paz mundial, es decir, los cinco países que detentan un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas son los cinco productores de armas más poderosas, y las cinco potencias fundamentales con capacidad nuclear: Estados Unidos, Rusia, China, Gran Bretaña y Francia.
El reloj del juicio final-espacio imaginario que cada año los científicos dedicados al ámbito atómico elaboran para mostrar cuán cerca estamos del holocausto termonuclear final-se encuentra a 90 segundos del desastre total, del Apocalipsis. Hoy, justamente hoy, es cuando la humanidad esta mas cerca de la posibilidad del exterminio masivo, más aún que en los peores momentos de la Guerra Fría.
“Si quieres la paz, prepárate para la guerra”, decían los romanos del imperio. Ahora viendo los preparativos bélicos que aumentan a paso agigantado en todas partes del mundo, la pregunta seria: ¿estamos entonces cada vez mas cerca de la paz?
En estos momentos suenan los tambores de guerra cada vez mas alto y amenazantes en todas partes del planeta. Ayer Irán lanzó más de 200 misiles balísticos contra territorio israelíes; en respuesta a los asesinatos del líder del movimiento palestino Hamas, Ismail Haniya; el líder del grupo chiita libanés Hezbolá, Hassan Nasrallah; y el asesor militar iraní en el Líbano Abás Nilforushan; y en represalias al genocidio de Israel en Palestina.
En tanto, Israel y Estados Unidos han advertido que habría graves consecuencias en respuesta a este ataque a Israel por parte de Irán, que apoya al grupo militante Hezbolá en el Líbano. El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha asegurado que Washington esta preparado para ayudar a Israel a defenderse contra los ataques de Irán, y para proteger a los soldados estadounidenses en la región.
“Discutimos cómo nuestra nación está preparada para ayudar a Israel a defenderse contra estos ataques y proteger al personal estadounidenses en la región, escribió el mandatario en cuenta de X tras realizar una reunión con la vicepresidenta Kamala Harris y el equipo de seguridad nacional en la Casa Blanca.
“Si el ataque iraní tiene represalias por parte de Tel Aviv, Teherán asestará “un golpe más devastador”, agregan los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica iranies.
En un contexto global donde la amenaza de guerra sigue latente, abogar por la paz no solo es un imperativo moral, sino una estrategia necesaria para garantizar el bienestar y la supervivencia de las naciones. La paz no debe ser vista como una utopía, sino como un objetivo alcanzable mediante el diálogo, la diplomacia, el desarme y la justicia social. Las lecciones de la historia nos enseñan que la guerra solo trae destrucción, mientras que la paz es el camino hacia el futuro sostenible y próspero para todos.