Buenos días. Otra vez desde el Intrant se anuncia que se procederá a regular las motocicletas que ruedan como chivo sin ley por toda la geografía nacional. Una acción que se suma a otros intentos fallidos y que abre la esperanza de que, al menos por esta vez, no quede como resultado la amarga experiencia de los inútiles operativos. Los gobiernos han fracasado en sus vanos intentos por sujetar a la cintura de la ley, a más de 3 millones de motocicletas de las que apenas se ha alcanzado regular un 26.8 por ciento. En otras palabras, 2 millones 402 mil de esos aparatos circulan al margen de la ley, a pesar de que aportan el mayor número de muertos y accidentados, además de que el país tiene que gastar alrededor de 200 mil millones de pesos para dar respuestas a las funestas consecuencias que ese desastre provoca. Amargamente hay que admitir que nadie ha logrado organizar tan soberbio desorden. Ni la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte (Digesett), ni el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant), ni la Dirección General de Impuestos Internos (DGII). ¡Y lo más deprimente es que se insiste en desplegar respuestas coyunturales, que no provocan resultados satisfactorios y con las que lamentable se certifica la falta de políticas inteligentes, certeras y capaces que dejan atrás tan deprimente panorama!