Buenos días. El pasado sábado Benjamín Netanyahu bombardeó otra escuela en Gaza y asesinó a más de cien civiles indefensos. Pero fue solo un grupo más de víctimas sin importancia que se suman a los casi 50 mil asesinatos de este genocida criminal y de los que, según las autoridades palestinas, el 70 por ciento corresponde a mujeres y niños, mientras un 24 por ciento son jóvenes entre los 18 y 29 años de edad. Los crimenes ocurren de manera impune, bajo la indiferencia silenciosa de quienes controlan y manipulan la gran prensa y las redes sociales norteamericanas y europeas, con el sustento económico y militar de sus amos del norte y Europa, y con el amparo cómplice de organismos internaciones que tienen la obligación de frenar a tan desafiante y despiadado genocida. La censurable cacería humana no es tema que provoque la atención de los periodistas,»comunicadores» y medios que, por ejemplo, asedian con mentiras y manipulaciones a un Nicolás Maduro que, independientemente de las diferencias que podamos tener con él, sigue siendo la barrera, el obstáculo para que intereses externos, como ocurría antes con la complicidad de los copeyanos y adecos, se engullan las inmensas riquezas petroleras y minerales que posee Venezuela. Si esos periodistas y medios pagados solo se enfocarán una semana en desnudar con imágenes y versiones informativas reales lo que hace el criminal Netanyahu en Palestina, entonces no habría espacio en el mundo para tanta lagrimas e indignación. ¡Pero eso no importa a quienes pagan las campañas mediáticas para presentar al mundo a un Nicolás Maduro dictador, enemigo de la democracia, narcotraficante y propiciador del supuesto fraude en las pasadas elecciones venezolanas! Volveremos…
