Buenos días. El retorno de Donald Trump a la Casa Blanca ha colocado a Europa en una situación al extremo difícil. En solo un mes, la administración republicana ha cambiado de forma radical su trato con el viejo continente y las consecuencias profundizan la crisis económica y política que venía sacudiendo a sus principales economías. Influenciados y manipulados por Joe Biden en su antagonismo radical con Rusia, los europeos pasaron de estandartes del desarrollo y bienestar humano, a borregos sumisos bajo las órdenes de los demócratas. Todo esto con el agravante de que sus “lideres” prefirieron sacrificar la calidad de vida de sus pueblos, profundizar los niveles de pobreza e imponer sacrificios que castigan a millones de sumisos ciudadanos, al desmejorar sensiblemente los servicios sociales. Europa es hoy escenario de carestías exorbitantes en el costo de la vida, a consecuencia de los problemas energéticos que ellos mismos se provocaron al renunciar a los suministros rusos y preferir pagar tres veces más caro el suplido por Estados Unidos. Europa se ha desarmado asimismo, al grado de quedar sin espacio en las negociaciones que Trump y Putin avanzan para poner fin a la guerra de Ucrania.