Buenos días. Las lluvias de los últimos días ponen nueva vez de relieve los viejos problemas que tenemos como pais en cuanto al sistema pluvial, pero al mismo tiempo, el peligro que asecha a cientos de miles de dominicanos que habitan en zonas de alto riesgo. De un lado están las fuertes inundaciones en los grandes centros urbanos, con sus consabidas consecuencias, que se atribuyen a la inexistencia de sistemas pluviales en la casi totalidad de estos, y del otro lado, las crecidas de ríos, cañadas y arroyos que en muchas ocasiones cobran vidas y obligan a desalojos forzosos. De ambas debilidades solo nos acordamos cuando las funestas consecuencias vuelven a sacudirnos, pero las autoridades nacionales y locales siguen sin planes para dar respuestas satisfactorias a los citados fenómenos. Y hasta se llega a creer que los políticos en el ejercicio del poder no dan importancia a las inversiones en sistemas pluviales y cloacales porque no son obras a las que se les pudiera sacar mayores provechos políticos. En cuestión de semanas entramos en temporada ciclónica, que se prevé como una de las más activia de los últimos años, lo que pudiera empeorar las consecuencias de aquellas familias que su situación económica les obliga a permanecer en áreas de alta vulnerabilidad. Las campañas electorales nos recuerdan que esos compatriotas viven en este país de crecimiento económico sostenido, en una nación que es asiento de grandes y poderosos millonarios, un paraíso del lavado y el narco, pero en definitiva, un país sin drenajes adecuados, ni alcantarillados y con viejos sistemas que colapsan con una pizca de lluvias, convirtiendo las ciudades en mares de campo abierto.Así somos!
