Buenos días. El senado de la república aprobó ayer la ley de Cláusula de Conciencia, que protege a los periodistas en materia laboral y ante circunstancias que afecten su honor y dignidad en la empresa para la que trabaja. En otras palabras, el periodista que considere que desde la empresa se aplican líneas informativas con las que no comulga porque van contra su formación y principios, tiene ahora el derecho de renunciar y recibir sus prestaciones como si se le habría cancelado. La aprobación de la Cláusula de Conciencia, que el expresidente Leonel Fernández incluyera en el proyecto de Constitución de 2010, encarna una conquista valiosa que debe ser aprovechada por los periodistas, por su debilitado colegio y por los demás gremios de la comunicación, para agruparse y empujar como un solo cuerpo la modificación de la actual Ley de colegiación periodística, número 10-91. Esa modificación no debe ser general, sino tocar aspectos puntuales como la regulación del ejercicio profesional, la instauración de la colegiatura obligatoria o solo reservada a profesionales de la comunicación con títulos universitarios, la creación de un dispositivo legal a través del cual el colegio reciba el impuesto a la publicidad estipulado en la legislación actual y, entre otros aspectos importantes, la participación directa del colegio de periodistas en la formulación de los programas académicos que se imparten en las escuelas de comunicación.