República Dominicana se posiciona como la joya de la corona para inversionistas inmobiliarios en el Caribe. Mientras otros destinos luchan por atraer capital extranjero, el país caribeño continúa fortaleciendo su liderazgo en este competitivo sector.
Cinco razones fundamentales detrás de este fenómeno
“El sistema fiscal dominicano representa una ventaja incomparable para los inversionistas», afirma Emilio Segura, CEO de Segura Realty.
Explica que «la ley CONFOTUR ofrece incentivos extraordinarios como exención de impuestos sobre la renta por 15 años y liberación arancelaria para materiales y equipamientos. Este régimen especial permite que los proyectos calificados maximicen su rentabilidad desde el primer día».
La estabilidad económica constituye el segundo pilar de este éxito. Mientras economías vecinas enfrentan volatilidad, República Dominicana mantiene un crecimiento sostenido del 5% anual.
La conectividad internacional inigualable representa la tercera ventaja competitiva. Con el aeropuerto de Punta Cana recibiendo vuelos directos desde 26 ciudades europeas y 22 norteamericanas, el flujo de visitantes permanece constante.
«Llego desde Frankfurt sin escalas en menos de 9 horas, algo imposible para visitar mi propiedad en otros destinos caribeños», comenta Klaus Schmidt, inversor alemán.
La cuarta razón radica en su incomparable relación calidad-precio. «Comparado con Aruba o Bahamas, aquí obtienes el doble de propiedad por la misma inversión, con estándares internacionales idénticos», afirma Jean Dupont, propietario de múltiples unidades en la zona este.
Finalmente, la apreciación constante del valor inmobiliario consolida la supremacía dominicana. Las propiedades en Punta Cana han experimentado una valorización promedio del 9% anual en el último quinquenio, superando significativamente a destinos como Cancún (6.5%) o Guanacaste (5.8%).
«El programa de ciudadanía por inversión representa un beneficio adicional exclusivo», destaca Segura.