Buenos días. En lo que constituye una rutina irresponsable, interesada y de mal gusto, otra vez la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) nos acusa de practicar una supuesta discriminación racial y xenofóbica, contra haitianos o descendientes de esa nacionalidad. El informe destaca que los dominicanos “limitan” el derecho a la nacionalidad de personas de ascendencia haitiana y, en lo particular, censura los supuestos maltratos contra mujeres en estado de embarazo y/o lactantes que alega son expulsadas junto a sus hijos del territorio dominicano. Además de que esas temerarias y dañinas denuncias nunca son acompañadas de las pruebas correspondientes, forman parte de la agenda que impulsan sectores externos en su propósito de materializar la unificación de la isla. Lo que sí ocurre de este lado son expresiones de convivencia y solidaridad para con los millones de haitianos ilegales presentes, por lo que la denuncia mentirosa del referido órgano no es más que una postura mezquina que cada dominicano debe rechazar y denunciar a todo pulmón.
