Buenos días. República Dominicana encaja en la peligrosa posibilidad de sufrir las funestas consecuencias de un terremoto de considerable magnitud, según lo han advertido una y otra vez organismos y expertos calificados. Pero esa amenaza no se toma en serio como Estado y sociedad, lo que hace entendible, aunque altamente preocupante, lo que formulara este martes el director de la Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructura y Edificaciones (ONESVIE), el ingeniero estructuralista Leonardo Reyes Madera, respecto al estado de inminente peligro que registran cientos de centros escolares en todo el país, que no resistirían un sismo de magnitud considerable. El reputado profesional reveló que su oficina entregó al Ministerio de Educación el resultado de los estudios aplicados a 195 edificios educativos, donde se encontraron debilidades y “problemas serios” que no esperan, atribuidos al hecho de que se aplicaron modelos de construcción no aptos para zonas sísmicas. A pesar de que advirtiera que “unas 6,000 aulas estarían en las zonas de mayor peligrosidad ante la ocurrencia de un terremoto en República Dominicana”, a cuenta gota el Ministerio de Educación apenas ha iniciado el reforzamiento de dos centros, lo que deja en evidencia la falta de interés combinado con la ahogante burocracia que impiden encarar con responsabilidad el peligro que asecha. No hay dudas de que se está ante una situación que raya en lo alarmante y que al parecer, como siempre ocurre, se espera que ocurra lo peor para reaccionar…
