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Los tres golpes rusos… Mojiganguiando el sábado

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Mojiganguiando el sábado

Alejandro Espinal

Por Alejandro Espinal

Espero que al leer el título no piensen que me refiero a una nueva arma letal de triple acción preparada para utilizarla en la guerra contra Ucrania.

Pues me refiero a los tres elementos que llevan el nombre de Rusia y que tienen presencia en diferentes partes del mundo:

1. La ensalada rusa, un platillo que ha trascendido fronteras.

2. La montaña rusa, una atracción emblemática en parques de diversiones alrededor del mundo.

3. La ruleta rusa, un juego que evoca la audacia y el riesgo.

Estos elementos, aunque diversos, comparten un vínculo especial con la cultura rusa.

1. La ensalada rusa.

Fue inventada en Rusia en 1883 por el chef Lucien Oliver, nacido en Rusia de ascendencia francesa y belga. Llevó algunos secretos de la gastronomía francesa que le sirvieron para elaborar su inigualable ensalada o ensaladilla, que era como se conocía.

Originalmente se preparaba con carne de perdiz, masa de cangrejo, lengua de ternera, lechuga, caviar, pepinillo, aceitunas y papas cocidas.

Luego se fue modificando con productos más fáciles de conseguir y más baratos, como el jamón cocido, pollo, guisantes, zanahoria, mayonesa y, claro está, manteniendo las papas.

De pueblo en pueblo, de país a país, se ha modificado hasta lo que es hoy en día.

En República Dominicana, en casi todas las grandes festividades, este plato no falta, en su versión modificada compuesta por papas, zanahoria, guisantes y aderezo. En ocasiones, con jamón picado pequeño y mayonesa.

En Navidad, le agregan manzanas o remolacha sustituyendo la zanahoria o utilizando una menor cantidad de esta última.

2. Montaña rusa.

El origen de la montaña rusa se remonta a los inicios del siglo XVIII en Rusia. Se construyeron estructuras de madera en colinas que permitían a las personas deslizarse en trineos. Estas «montañas rusas» eran, en realidad, rieles de madera que llevaban a los trineos hacia abajo y a menudo estaban acompañadas de giros y caídas.

Con el tiempo, la idea se expandió a Francia y otras partes de Europa, donde se comenzaron a construir atracciones similares en parques de diversiones. En el siglo XIX, la montaña rusa moderna empezó a tomar forma, con la incorporación de rieles de metal y otras innovaciones de diseño.
Esta gigantesca máquina consiste en una estructura de acero, algunas con una altura de 65 metros y una velocidad de más de 100 km/h, con una línea férrea estrecha con subidas y declives, y se deslizan carritos con asientos, subiendo y bajando rápidamente.

La montaña rusa más alta del mundo está en Estados Unidos y mide 139 metros, con una velocidad de 206 km/h.

Cuando una pareja enamorada tiene altibajos en el amor, también se dice que su romance es una montaña rusa.

3. La ruleta rusa (casi en desuso por su peligro de muerte).

Este es un juego desagradable y peligroso, ya que el objeto de la apuesta es la vida.

Consiste en poner una sola bala en un revólver, girar el tambor y, cuando pare, llevar el arma a la sien y apretar el gatillo. Si la bala cae en orden de dispararse, la persona se dispara y, obviamente, muere.

Su origen se remonta a la Rusia del siglo XIX y se presenta en varios relatos y descripciones a través de la literatura.

Aunque no se puede rastrear un origen preciso o un evento específico que marque su creación, se sugiere que la ruleta rusa fue adoptada como una forma extrema de juego de azar entre soldados y aventureros en ese período.

Algunos ciclistas y motoristas juegan a cruzar sin mirar o respetar el semáforo, sin temor a ser atropellados por un carro. Entonces están jugando a la ruleta rusa, pero sin revólver.

Cuentecito:

En tiempos de Trujillo, un turista que pasaba por la entrada principal del Palacio Nacional Dominicano quedó maravillado con los dos imponentes leones de bronce que flanquean la escalinata de mármol.

Observando con admiración, exclama: «¡Oh, my God, qué leones tan impresionantes! ¡Se ven tan peligrosos!».

Un tertuliano que estaba cerca, sonriendo, le responde: «¡Eso no es nada, amigo! ¡Esos son solo decoración! Solo espera a ver al león que está adentro… ¡Ese sí que hace temblar a cualquiera!»

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