El Mirador
Por Luis Céspedes Peña
Los israelitas, favorables o no a la larga guerra de su país con los palestinos, deben reflexionar sobre el conflicto que continúa llevando a las tumbas a millares de ciudadanos de ambos pueblos, una acción bélica que tiene su originen en la ocupación de territorios de Palestina de parte de Israel, u otras desavenencias.
Israel sabe que por muchos ataques bélicos, como los de la Franja de Gaza, no va a destruir a Palestina, a pesar de la inferioridad armamentista del último Estado.
Nos unidos a las voces que reclaman la existencia de un Estado Palestino y otro israelí. El mundo debe presionar para que existan esos dos Estados. ¡No hay otra forma para resolver ese viejo conflicto!
Sabemos los problemas que tiene Israel por la presión de parte de sectores de su población, que no tienen dónde construir viviendas, pero en paz se logra más.
Israel debe seguir aplicando sus tecnologías, para de la misma manera que está desarrollando proyectos agropecuarios en el desierto, haga lo mismo para la realización de áreas habitacionales, porque la existencia de dos Estados es la única solución a ese destructor conflicto de seres humanos y propiedades.
Hay analistas que se siguen preguntando cómo fue que Omar Fernández, el hijo del ex Presidente Leonel Fernández Reyna, ganó tan fácilmente la senadoría del Distrito Nacional, si la Fuerza del Pueblo (FP), que lidera su padre, y el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), de Danilo Medina, en el voto nacional, ambas organizaciones juntas obtuvieron un 37.5%.
¡Pero Omar ganó con un 56.2% y el Presidente Luis Abinader triunfó con un 57.5%! ¿Entonces qué pasó? Todo lo que ocurrió fue que una parte de los votos del oficialista Partido Revolucionario Moderno (PRM), de Luis Abinader, votó por Omar Fernández.
¿Por qué el PRM quitó a Faride Raful, la actual senadora, como candidata a repetir por el Distrito Nacional, para postular a Guillermo Moreno, de Alianza País?
Con Raful, al Presidente Abinader se le dificultaba cumplir con el acuerdo que mantenía con Leonel Fernández desde el 2020, que le provocó la primera derrota del entonces oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y que el mismo pacto, ratificado por ambos líderes, terminó bajando a los morados al tercer lugar en los comicios pasados, lo que le aumentará las dificultades para ganar en el 2028.
El Presidente Abinader, con ese acuerdo con Leonel, también complació a las poderosas Iglesia Católica y las diferentes denominaciones de la Evangélica, que le reclamaban al jefe de Estado la no repostulación de Faride Raful, por ser una de las más destacadas defensoras del aborto. Pero un análisis desapasionado, dice que no sólo el Presidente es un gran ganador, sino Leonel, que en menos de cinco años de la participación electoral de la FP, ésta desplazó al PLD de la segunda posición.
¡Esas Iglesias acabaron con los legisladores abortistas! Ahora hay que esperar si de los nuevos congresistas, salen algunos defensores de las llamadas tres causales, que legalizaría la muerte de millares de niños antes de nacer. ¡Esperemos qué va a suceder!
Danilo Medina, que en la campaña electoral dijo que la entidad política que quedara en tercer lugar desaparecería, ya anunció que no aspirará a seguir dirigiendo al PLD, postura asumida por las seis derrotadas en dos períodos consecutivos. Esas derrotas son las dos presidenciales, las municipales e igual número de congresionales.
Si nosotros estuviéramos alguna incidencia en el PLD, no aceptaría la renuncia pura y simple de Medina, sino que le propondría a los Comités Político y Central, la creación de una figura, como la de presidente vitalicio a su favor. ¡Y así nacería un presidente ejecutivo!
Danilo falló como líder del PLD, pero tiene un electorado que se puede llamar de votos duros, como son los provenientes de los productores agropecuarios e industriales. ¿Y qué decir de los emprendedores, que recibieron miles de millones de pesos, que pagaron en su totalidad, con la aplicación del método sin papeles como garantía para calificar para los préstamos?
Es cierto que Medina y el secretario general, Charlie Mariotti, dirigieron mal los dos últimos procesos electorales, pero eso no borraría los logros de los gobiernos del ex Presidente durante los períodos 2012-2016-2016-2020, calificados por los sectores más necesitados o productivos, como de los mejores de las últimas décadas.
La alimentación, las medicinas, los servicios y la construcción, para sólo citar algunas áreas, tenían precios baratos.
Pero debemos ratificar que sólo Medina y el candidato presidencial del PLD, Abel Martínez, creían que esa entidad podría ganar las elecciones sola.
Quizás esa fue la razón que ambos rechazaron una alianza con Leonel Fernández, el cual debería encabezarla. ¡Y así provocar la rotura del secreto acuerdo que había con el PRM!
Sólo pensar que Abinader era el candidato presidencial de 21 partidos y movimientos políticos, contra el PLD, que no tenía aliados, para tratar de ganar con de Abel Martínez, conducía a los electores a votar por el PRM.
El que Leonel Fernández felicitara como ganador de la reelección al Presidente Abinader, en el primer boletín de la Junta Central Electoral (JCE), es admitido porque entre ambos había un acuerdo que se extendió a dos periodos (ocho años), pero es imperdonable que lo hiciera el candidato presidencial de los morados, Abel Martínez, quien con un 20 por ciento de los votos computados, reconoció al gobernante como ganador.
¡Pero lo peor fue que lo hizo casi sonriendo, en vez de hacerlo, aunque fingido, de manera triste por la derrota del PLD!
A eso se añade la frustrada y aceptada reunión de éste con el Presidente, que ya estaba fijada para ser desarrollada en la Casa Nacional del PLD, pero que la presidencia dijo no tener conocimiento. “Otro error de Abel!
¡El Presidente hace lo que hay que hacer para ganar y mantenerse en el poder! Es casi seguro que las acciones judiciales se incrementarán en contra de posibles aspirantes presidenciales de la oposición.
El gobierno del PRM busca la forma de silenciar a sus opositores, abriéndoles la puerta, usando la presión sicológica o enviándolos a la Justicia por supuestos actos de corrupción, aunque hay, como Abel Martínez, que lo enfrentó al principio. ¡Ahora no sabemos qué ocurrirá con Abel!
El gobierno sabe que las medidas económicas que deberá aplicar para corregir déficits fiscales, provocarán protestas por el alto costo de la vida. ¡Pero mientras eso sucede, el PRM estará en el poder!
Y, escribiendo de presidente del PLD, pensamos que la mejor opción es Francisco Javier García. ¡Es que éste sabe de estrategias y es guapo!
Aunque las posibilidades de retorno del PLD al poder son mínimas para el 2028, eso no quiere decir que todas las posibilidades están cerradas. Francisco Javier pondría levantar el ánimo del peledísmo, imponiendo dinamismo a los trabajos para el rescate de esa entidad, que hoy está en un bajo tercer lugar, más de tres veces menor que la Fuerza del Pueblo.
Si Leonel Fernández hubiese sido el candidato presidencial de la alianza PLD, FP y PRD, probablemente hoy la situación política fuese otra.
La masa peledeísta prefería una parte del gobierno, que no era difícil lograrlo, que perderlo en un 100%, como ocurrió en las elecciones pasadas.
Y, en el caso de la guerra iniciada por Rusia en Ucrania, creemos que llegó el tiempo de que el mundo fije una postura de negociación por la paz. ¡No es verdad que el Presidente Vladimir Putin, de Rusia, con sus terribles armamentos, va a ganarles la guerra a Estados Unidos y Europa, que son los que mantienen la resistencia armada!
Pero tampoco será fácil que los aliados derroten con facilidad a Putin. ¡Entonces no hay otra solución que la paz negociada!
El poder de las monedas de Estados Unidos y Europa, imponen una condición indestructible, porque son reconocidas en el mundo. Para Estados Unidos, las guerras son negocios, pero para Rusia es una frustración para su economía y la pérdida de millares de soldados.
Rusia, para poder hacer negocios en el extranjero, debe canjear su moneda por dólares y euros! Estados Unidos puede durar diez y 15 años en guerra con Rusia, porque por muy mala que esté la economía de la primera potencia del mundo, nadie devuelve ni un dólar ni mil millones por falta de fondo, aunque el Tesoro Nacional haga emisiones sin respaldo, porque la Reserva Federal garantiza las mismas. ¡Ahí está la diferencia!
¡Gracias por leernos