Por José Armando Toribio
En el corazón de Santiago, un faro de conocimiento y cultura que ha iluminado la vida de sus habitantes durante un siglo y medio. El Ateneo Amantes de la Luz celebra su 150 aniversario, consolidándose como uno de los pilares fundamentales en la promoción de la lectura, la educación y la cultura en la ciudad.
Fundada en 1874, el Ateneo Amantes de la Luz fue creada con el propósito de ser un espacio dedicado al saber y a la ilustración de la comunidad santiaguera. A lo largo de sus 150 años de existencia, ha sido testigo de innumerables cambios sociales y políticos, adaptándose a cada era sin perder su esencia original: ser un santuario para el conocimiento.
Con una colección que ha crecido exponencialmente desde sus inicios, la biblioteca alberga más de 100,000 volúmenes que incluyen desde clásicos de la literatura hasta obras contemporáneas, así como documentos históricos y una impresionante hemeroteca. La digitalización de su catálogo ha permitido que muchos de estos recursos estén accesibles para un público global, ampliando su impacto educativo.
El 150 aniversario del Ateneo Amantes de la Luz no pasa desapercibido. Este año, se han planificado una serie de eventos conmemorativos que incluyen exposiciones especiales, ciclos de conferencias, presentaciones de libros y actividades culturales que destacan la rica historia de la institución y su impacto en la comunidad.
El Ateneo Amantes de la Luz no solo se ha dedicado a la conservación de libros, con su Biblioteca que lleva por nombre de Manuel de Jesús Peña y Reinoso, sino que ha sido un motor activo en la promoción de la cultura y la educación en Santiago. Sus programas de fomento a la lectura, talleres literarios, conferencias y exposiciones han sido fundamentales para el desarrollo intelectual de varias generaciones.
Además, ofrece servicios como acceso gratuito a internet, asesoramiento en investigaciones y un programa de actividades para niños y jóvenes que busca inculcar desde temprana edad el amor por la lectura.
El Ateneo Amantes de la Luz no es solo un edificio lleno de libros, es un símbolo del compromiso de Santiago con la educación y la cultura. A lo largo de 150 años, ha sido un testigo silencioso de la historia y un actor activo en la construcción del futuro. Y mientras celebramos este importante aniversario, recordamos la importancia de preservar y apoyar instituciones como esta, que son esenciales para el enriquecimiento de nuestra sociedad.
