Hoy podemos decir que…

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Hoy podemos decir que…
Autor: Johan Rosario.
Vivimos en un mundo donde vibra más fuerte un celular que un corazón.
Vivimos en un mundo en el que un carro vale más que un hermano.
Vivimos en un mundo donde la forma de vestir se valora más que la de pensar.
Vivimos en un mundo en el que un maquillaje L’oreal o un perfume Channel es más importante para una mujer que la colección completa de Saramago o Borges.
Vivimos en un mundo en el que un héroe autonombrado El Alfa lanza fajos milagrosos desde un helicóptero y Fito Páez es un baboso.
Vivimos en un mundo en el que recitar poesías al oído se ha vuelto un insulto.
Vivimos en un mundo en el que la comida está repleta de químicos, mientras un shampoo contiene cereales, miel y vitaminas.
Vivimos en un mundo donde los televisores son más delgados y la gente más gorda.
Vivimos en un mundo en el que un escritor tiene que escuchar a un estudiante de secundaria decirle, sin empacho, «no he podido leer su libro porque tiene demasiadas páginas.»
Vivimos en un mundo donde los teléfonos son más inteligentes que sus dueños.
Vivimos en un mundo en el que Rochy es el artista más cotizado y tiene lleno el calendario como premio o tributo del pueblo ante la violacion que se le atribuye de una menor.
Vivimos en un mundo en el que aquel que no roba ni se aprovecha del prójimo es un pendejo.
Vivimos en un mundo donde una pizza llega más rápido que la policía, o un uber antes que una ambulancia.
Vivimos en un mundo donde los animales son mejores amigos que las personas.
Vivimos en un mundo donde el funeral importa más que el difunto y donde el festejo de una boda es más importante que el amor.
Vivimos en un mundo en el que se le confiesa amor al ser que nos trajo al mundo «el Día de las Madres», mientras se le martiriza, maltrata y desprecia el resto del año.
Estamos convencidos de que este mundo es el que nos ha tocado vivir, sin reparar en el hecho cierto de que cada uno tiene el poder de vivir en el mundo que elija y no en el que le toca.
Tú decides el mundo que quieres tener. Tienes el poder de cambiar el tuyo y, por consiguiente, el de aquellos que te rodean.
Aquí nada es imposible. Lo imposible, sólo tarda un poco más…
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