¿Nos vence la delincuencia?
Amaneciendo
Buenos días. En el barrio crece el ambiente de inseguridad y se multiplican las acciones de criminales que, en casos puntuales como el negocio de las drogas, a voz populi la vecindad está convencida de que interviene la protección policial. Súmase a eso el funcionamiento de bandas de ladrones y atracadores que generan zozobra y temor al barrio, pero que muchos atribuyen también a algún nivel de amparo de la autoridad en el terreno. Lo cierto es que en un escenario y otro y, a pesar de los viejos y nuevos planes para enfrentar el micro tráfico y las diversas expresiones de la delincuencia, lo palpable es la prevalencia cada vez más frecuente y creciente de los indicados males. Y hay razón de sobra para la sospecha de ciertas protecciones por conveniencias, si partimos de lo que pasa, por ejmplo, con los puntos de drogas. Todos saben en el barrio dónde están, cómo operan, quienes son los dueños, quienes lo frecuentan, pero también sabe la gente de los movimientos de los agentes policiales, que “le caen atrás para allantar a veces”, así como de los días “que pasan a recoger lo lo suyo”. Parecería que jugamos con el problema haciendo escaramuzas de vez en cuando, que solo alcanzan a generar algunos resultados muy limitados y, eso si, muchos titulares de prensa. Será que perdimos la batalla?
